Zoé García es la primera mujer presidenta de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU). Desde la preparatoria se interesó por la política estudiantil para apoyar a sus compañeras y compañeros, pero, asegura que jamás se imaginó que un día podría ocupar este espacio, que históricamente había sido para los hombres.Estudió en la preparatoria Regional de Tala y posteriormente la Ingeniería Biomédica en el Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), y actualmente cursa la Maestría en Ciencias en el Centro Universitario de la Ciénega.Desde los 16 años Zoé se dio cuenta que la política estudiantil podía ser la plataforma en la cual compartir e implementar sus proyectos; sin embargo, conforme fue abriéndose paso encontró que participar en la representación estudiantil era una manera de transformar la realidad de las personas. “Porque con algo muy mínimo que nosotros pudiéramos hacer con ayudarle a alguien, por ejemplo, con sus materias o con la condonación de su orden de pago, eso les cambiaba la vida, porque no sabemos qué situaciones estén viviendo en sus casas”.Lo que para ella fue un momento que marcó su trayectoria y en general su vida, fue el acercarse al feminismo desde la preparatoria, cuando se encontraba planeando actividades, precisamente, para conmemorar el Día de la Mujer.“Entonces comencé a leer más, a investigar más sobre qué significaba el feminismo y eso cambió mi vida, mi manera de percibir las cosas. A transformar quién soy, a cambiar mi percepción de mí misma y también a darme una ruta en qué es lo que tenía que hacer. Eso me ayudó a hacer escuelas de liderazgo feministas para las chicas de mi grupo, a dar un curso llamado ‘Feminismo desde cero’, que fue la manera en la que en mi región pude generar estas redes de apoyo con mujeres de municipios cercanos al mío, y que a su vez esas mujeres comenzaron también a transformar sus municipios. Eso para mí fue sumamente revelador, fue la señal de que si nos organizamos, juntas podemos".Para García, quien le ha dejado un gran legado personal ha sido Ruth Padilla, pues al ser rectora del CUCEI implementó cambios para erradicar las prácticas de acoso en dicho centro. “Para mí, este es el ejemplo más claro de que con mucha voluntad y con mucho esfuerzo sí puedes cambiar los espacios”.Entre sus metas a corto y mediano plazo se encuentra continuar con su presidencia en la FEU, en busca de incidir en la vida de las universitarias desde distintos ámbitos, y celebró que durante estos primeros meses de gestión se logró implementar la primera Unidad de Acompañamiento a Casos de Violencia dentro de la UdeG.Al ser la primera mujer presidenta, además de preocuparse por las problemáticas de todos sus representados, tiene la responsabilidad de velar por la agenda de género que se había quedado muy atrás hasta años recientes. Y a partir de su llegada se ha notado la diferencia. Además de la Unidad de Acompañamiento y la respectiva atención a los casos de violencia de género dentro de los planteles, tenemos un proyecto en puerta sobre la normalización de la menstruación y la distribución de productos de higiene menstrual en todos los espacios de la UdeG. “En este periodo electoral estudiantil, la mayoría de las representaciones estudiantiles son presididas por mujeres, ésta es una señal clara de que las mujeres estamos participando cada vez más en la política”.