Primero vecinas, luego amigas y ahora hermanas. Zapopan y Guadalajara han estrechado sus lazos hasta convertirse en Ciudades Hermanas. Pero este concepto no se queda como algo honorífico o de adorno. La cooperación se refleja en beneficios clave para los ciudadanos, entre ellos la seguridad, servicios y cultura, todo sin atentar contra la autonomía municipal.Juan José Frangie explica que esta idea no comenzó a gestarse de un día para otro, sino que es el fruto de la experiencia: “Pablo Lemus conoce toda la administración que hubo en Zapopan. Entiende lo que tuvo éxito y aquello que no lo tuvo, porque debemos entender que no siempre funcionan las cosas. Una que sí triunfó en Zapopan es la Ciudad de las Niñas y los Niños, Pablo lo está replicando (en Guadalajara) y lo está avanzando a buena velocidad”.Pero si la infancia nos invita a mirar a futuro, la seguridad nos mantiene en el presente. El acuerdo de Ciudades Hermanas ha permitido una mayor coordinación de las fuerzas de seguridad entre Zapopan y Guadalajara. “Nos ha permitido que las Policías trabajen en conjunto”, explica Juan José Frangie.El alcalde de Zapopan abunda en ese sentido: “Ya no hay fronteras para que una patrulla de Zapopan esté en Guadalajara o al revés. Si necesitamos apoyo para un evento grande, digamos en el Estadio Jalisco o de Chivas, donde requerimos más personal, siempre nos apoyan, o un evento artístico o la persecución de algún delincuente. Siempre estamos unidos y prestándonos la parte humana de elementos. No hay ese celo o ego de decir ‘esto es mío, esto es tuyo’. Nosotros lo vemos como dos ciudades importantes y que han trabajado de la mano como pocos se imaginan”.Quedó atrás la época donde una barrera invisible dividía el interés entre gobernantes y ciudadanos. Juan José Frangie explica que el trabajo es intenso, pues “tenemos reuniones semanales donde nosotros obtenemos retroalimentación de lo que nos dice en Guadalajara, y a su vez les decimos lo que piensan en Zapopan”.Y así como para la infancia se levantó una encuesta a través del Índice de Bienestar Infantil de Zapopan (IBIZ), el alcalde Frangie planea otro. “Lo del IBIZ fue un éxito porque si no mides el resultado de tus programas, no sabes si está funcionando. Es por eso que pronto se va a hacer otra encuesta donde vamos a ver cómo hemos ido avanzando en esto”.En cuestión de servicios públicos, vivir en la frontera entre Zapopan y Guadalajara podía ser una pesadilla, reconoce Juan José Frangie. “Había 40 kilómetros que digamos estaban entre el bien y el mal. Por ejemplo, en la Gran Plaza ya no sabías de qué municipio era. Avenida Acueducto es otro ejemplo, la subida es Zapopan y la bajada Guadalajara (risas)”. Agrega que “hoy eso ya cambió. Si nosotros vemos cerquita un bache en Guadalajara, pues lo tapamos. A final de cuentas lo que le interesa al ciudadano es que las cosas se hagan”. El munícipe tiene claro que “como zapopano o tapatío, todo el día cruzamos las fronteras de los municipios, igual de Tlajomulco o Tlaquepaque. Hay gente que se avienta en un día cuatro o cinco municipios. La gente quiere resultados y les puedo decir que Pablo y yo estamos en los chats de todas las dependencias, al pendiente siempre de lo que está sucediendo”."Ojalá todos los Gobiernos pudiéramos trabajar así de hermanados, que no haya ese sentido de egoísmo, de celo. Al final de cuentas, el que se ve afectado es el ciudadano": Juan José Frangie, presidente municipal de Zapopan.Abrazo culturalUn campo donde Zapopan y Guadalajara han encontrado múltiples coincidencias es en el cultural. El propio alcalde zapopano, Juan José Frangie, explica que en este proceso de hermanamiento “se están dando cosas naturales”. “Por ejemplo, la semana pasada Guadalajara nos prestó el Teatro Degollado para que tocara la Orquesta de Zapopan y un Coro Infantil del Municipio. Son muchas actividades las que tenemos en conjunto”.