“Casino Las Flores” era el nombre del salón edificado al borde del arroyo “El Seco” donde se celebraban las fiestas, cada semana, de las y los vecinos de la colonia Miramar, Jardines Tapatíos y alrededores.A las 10:00 de la mañana ya se había intervenido la finca que había comenzado a ser edificada hace cinco años. Apenas el año pasado habían instalado la alberca, que sola, tuvo un costo de 100 mil pesos, contó Georgina, una de las integrantes de la familia que emprendió el negocio.“A mí me vendieron el terreno, hace como seis años, en 125 mil pesos. Me dijeron que era ejidal, unas personas que dicen son ejitadarias de Santa Ana. Nosotros siempre creímos que era ejidal, no sabíamos que era zona federal”, contó la mujer mientras las garras de la retroexacavadora tiraban los muros del casino y los escombros eran depositados en un camión de volteo.“Ahí se fue todo, el sonido, todo el patrimonio. A veces nos quedábamos sin comer por meterle y dejarlo bien”, dijo por su parte la mamá de Georgina.El agua de la alberca corría cuesta abajo mientras Alejandra, una joven vecina de la colonia, recordaba su celebración de 15 años en el salón de eventos. La fiesta fue a finales del 2020, en noviembre, contó que asistieron más de 300 personas.“La fiesta estuvo llena, vinieron muchos amigos míos y de mis padrinos, toda mi familia. Me la pasé muy bien, casi no había espacio para bailar de tanta gente; ahora pues ya se fue” dijo la joven.“Casi cada ocho días ahí había fiesta, apenas había pensado yo hacer ahí mi pool party para mi cumpleaños porque acababan de poner la alberca, pero pues ya no se va a a poder”, dijo su amiga, también de nombre Alejandra.Esta es una de las 70 edificaciones que han comenzado a ser derribadas tras la determinación de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) por considerar que fueron construidas de manera irregular en zona federal.Según informaron las autoridades locales, la intervención denominada “Miramar seguro” contempla el derribo de las fincas construidas a la orilla del arroyo de la calle Níquel a Crisantemo, con la finalidad de salvaguardar la vida de las personas que ahí habitaban de cara al próximo temporal, y evitar situaciones como la ocurrida en la zona baja de Miramar y alrededores en julio del año pasado.JM