Eventos religiosos, deportivos y tianguis se han cancelado o disminuido para evitar aglomeraciones por la emergencia sanitaria de COVID-19 y los comerciantes son quienes más han resentido la crisis económica que también dejó.Una de ellas es María del Carmen Suárez, quien se dedica a vender afuera del Estadio Jalisco, eventos especiales, en la Romería y el recorrido por los templos de la Virgen de Zapopan. La Feria del Cartón y del Juguete del Parque Morelos en el Centro de Guadalajara, es el primero en el que vende en todo el año.“Ya estábamos desesperados, como comerciantes. No hubo trabajo para nada desde que empezó la pandemia. Se agradece que nos hayan dejado trabajar aquí”, señaló.Sin embargo, la afluencia y venta, a decir de María, bajó a la mitad: “no es la misma gente que viene cada año y lo entendemos porque muchos se cuidan. También hay compañeros que no pudieron venir por la cuestión de dinero, aunque nos redujeron el precio del permiso yo tuve que pedir prestado para pagarlo”.Erika Janeth López Ignacio, quien vende en la feria desde hace siete años, coincidió en la disminución de compradores en el tianguis que se instala desde las 11 de la mañana y que estará hasta el 8 de noviembre.“Ha habido menos gente y están bajas las ventas. Sólo esperamos que nos dejen trabajar porque si no, ¿para qué?, que nos ayuden porque vivimos de esto y que venga la gente a comprar”, expresó.La feria recibe a los visitantes con filtros sanitarios a la entrada y salida. Además, todos los compradores tienen que usar cubrebocas, cumplir con la sana distancia y los vendedores tener gel antibacterial en los puestos, pues si fallan en algo corren el riesgo de acortar el tiempo que se instalen.María del Sagrario Reyes ofrece tanto adornos para Día de Muertos como para Halloween desde hace 15 años. Resaltó que las medidas sanitarias son necesarias, pero que también se necesita que los visitantes ayuden pues reciben inspectores a diario.“Mucha gente no quiere ponerse cubrebocas. Hay personas que se molestan, pero si no nos apoyan y ayudan, está en peligro que nos puedan cerrar. Ahorita está tranquilo, el problema es el fin de semana. Nos da gusto que nos hayan dejado trabajar, pero sí están pesados los protocolos”, lamentó.LS