Las colonias Hermosa Provincia, El Bethel y Maestro Aarón Joaquín se convirtieron en una “nube blanca”. Miles de personas vestidas de blanco nutrieron la celebración más importante de la Iglesia de la Luz del Mundo: la Santa Cena.Por primera vez en su apostolado, y para sorpresa de los fieles, Naasón Joaquín bajó del púlpito y recorrió la glorieta central del templo y calles cercanas para saludarlos y estar cerca de ellos. La reacción: emoción y llanto al verlo de cerca. La “nube blanca” que, según la vocería, formaron alrededor de 500 mil jaliscienses, ciudadanos de otros puntos de México y de 58 países del mundo, cantaron alabanzas e hicieron oración en la sede de la Hermosa Provincia y las subsedes.Desde temprano, los fieles trataron de llegar al mejor sitio para ver pasar, lo más cerca que se pudiera, al apóstol Naasón. Afuera, en las calles de las colonias, miles tomaron posición para escuchar el mensaje que inició cerca de las 16:30 horas, y en el que destacó que la Santa Cena no es de lamento, sino de esperanza.El momento cúspide llegó: Naasón Joaquín llamó a las miles de personas a un momento de reconciliación. Durante varios minutos, mujeres y hombres se pusieron de rodillas. Ellas, con la cabeza cubierta con una sevillana; ellos, con ropa formal. Sin importar la edad, todos entraron en una fase de introspección, de llanto profundo, de gritos al cielo y hacia sí mismos.Acto seguido, hizo la bendición al pan ácimo y los ministros se encargaron de repartirlo a todas las personas en la sede y subsede.El pan fue realizado con seis toneladas de harina y dos mil litros de aceite de olivo. La preparación dio como resultado 600 mil pequeñas piezas de pan.Naasón Joaquín bendijo el vino nuevo y fue repartido por tres mil 500 ministros en los tres lugares. Este vino fue preparado con 40 toneladas de uvas globo, con lo que se produjeron 20 mil litros de vino no fermentado, mismos que fueron repartidos entre todos los asistentes.Para saberSA