Tomar camiones por la carretera a Chapala es un peligro constante. Cerca del Álamo o del Tianguis del Automóvil, los pasajeros “torean” a los vehículos para cruzar la lateral y llegar a una parada oficial en el carril central.Las personas también usan estacionamientos de tiendas de conveniencia para esperar el transporte público. Tal es el caso de Yadira Aguirre. “Siempre veo que se para aquí (cerca del Tianguis del Automóvil). Nunca lo tomo, me da pendiente por los niños”.Ana Muñiz, quien viaja todos los días a Chapala, señala que “deberían construir paraderos seguros”.Gabriela Sosa coincide en que es peligroso por la entrada y salida de los autos.En el lugar no hay agentes viales.Según el Instituto de Información Estadística y Geográfica de Jalisco, en esa zona suman cuatro muertes y 20 lesionados en los últimos seis años.La Secretaría de Transporte responde que “los paraderos los instalan los Ayuntamientos y, en su momento, éstos solamente solicitan el visto bueno sobre su ubicación”. La Agencia Metropolitana de Infraestructura para la Movilidad (AMIM) coincide en que “la ubicación de paradas adicionales o la modificación de las existentes puede ser propuesta por el municipio o algún particular”. Y el Ayuntamiento de Tlaquepaque contesta que le corresponde a la AMIM.Una opción para reducir los accidentes y aumentar la seguridad es el sistema del Macrobús que se propone por la carretera a Chapala hacia el aeropuerto tapatío. El secretario de Infraestructura y Obra Pública, David Zamora, señala que se estudia que salga a la altura del hotel El Tapatío. También existe la alternativa para conectarlo con el Peribús.El accidente ocurrido el pasado jueves en carretera a Chapala ha revelado las necesidades y pendientes por parte de las autoridades, especialmente federales, para regular al transporte de carga pesada y para mejorar las condiciones de la vía, coinciden especialistas. Para Francisco Romero, integrante del Consejo Técnico del Colegio de Profesionistas de la Movilidad Urbana del Estado de Jalisco, se requiere llevar a cabo una auditoría para conocer cuáles son los tipos de transporte, en qué horarios y en qué condiciones se conducen, con la finalidad de que los resultados sean utilizados por las autoridades para establecer horarios específicos de circulación, señalética o adaptaciones a la vía. Por su parte, Fernando de Quevedo, profesor asociado del departamento de Ingeniería Civil del Tecnológico de Monterrey Campus Guadalajara, dijo que es necesario que las autoridades, tanto locales como estatales, entren a la supervisión de las empresas transportistas para revisar la antigüedad y estado físico y mecánico de las mismas, pues eso puede ocasionar que los conductores no puedan reaccionar de forma segura, ya sea por alguna falla en su vehículo o ante desperfectos en la carretera. Para el académico es urgente que las autoridades entren al tema a la brevedad para comenzar a aplicar las leyes y normas como se debe, “o en su caso, emprender las reformas que se requieran para lograr una mejor seguridad vial”.Alma Chávez, presidenta de la organización Víctimas de la Violencia Vial e integrante del Observatorio Ciudadano de Movilidad, añadió que es necesario que las autoridades en materia laboral cumplan con la obligación de supervisar a las empresas transportistas para vigilar que sus conductores no trabajen por tiempos prolongados, ya que esto muchas veces los orilla a que conduzcan cansados, o que opten por el consumo de sustancias psicóticas o bebidas energizantes para mantenerse despiertos.Lo anterior, considerando que existen transportistas que trabajan por su cuenta, quienes no están regulados. También coincidieron en que es necesario que las autoridades en carretera realicen operativos para supervisar las cargas que llevan.