Aunque anteriormente la ruta 380 era la más peligrosa en la metrópoli por el número de accidentes que registraba, con la entrada en operación del Peribús y su carril exclusivo, ahora el derrotero que acumula más incidentes viales es el Macrobús, según información que la Secretaría de Transporte entregó a través de Transparencia.Entre enero y junio de este año, en este servicio van 10 percances que dejaron un muerto y 14 lesionados. Uno de los últimos ocurrió el 23 de junio pasado, cuando una unidad del Macrobús chocó con un auto particular en el cruce con Volcán Pelée.En segundo lugar está la T-14 (antes 52C), con 23 heridos; y en tercero el Peribús, con ocho lesionados. Raymundo Morales, usuario del sistema, contó que hace seis meses tuvo un accidente en el Macrobús, a la altura de Esteban Alatorre. “Me golpeé la mano, no venía bien agarrado. Hay que estar al 100, los motociclistas se atraviesan muy feo. (Los choferes) frenan de repente”, se quejó. Cristian Francisco, también pasajero, acentuó que ha llegado a sentirse inseguro al abordar los camiones y agregó que a uno de sus amigos le tocó estar en un percance. “A veces se atraviesan los carros o la gente va despistada. No ceden los asientos y las señoras no se pueden agarrar bien”.Jorge Armando González concordó con que hay muchos vehículos que no respetan el carril. “Falta mucha experiencia en conductores porque es constante que frenen de improvisto. Esto tiene que ver con que los vehículos invaden los carriles. También falta cultura en usuarios que no se conducen correctamente al abordar las unidades”.El pasado 17 de julio se dio a conocer que de acuerdo con la Encuesta de Satisfacción de Usuarios del Transporte Público, elaborada por el Gobierno estatal, el Macrobús pasó de tener una calificación de 8.19 en 2018 a 7.06 en este año. Fue el sistema peor evaluado por los pasajeros de la ciudad. En un recorrido realizado ayer en la Calzada Independencia y calle Juan Manuel, se constató que las bicicletas y vehículos particulares invadían el carril exclusivo del Macrobús.En la zona no pasaron policías viales estatales ni agentes de tránsito de ningún municipio. Incluso, se observó a dos personas que comenzaron a pelearse en el carril exclusivo; uno de ellos posteriormente se subió a un taxi y se retiró del lugar.Andrés Plascencia, boleador de zapatos, comentó que las invasiones son constantes. “Los de las bicicletas, patines eléctricos, muchos se atraviesan pensando que el Macrobús no se atora, ellos van rápido. He visto accidentes, choques también. Los de las motocicletas piensan que van a alcanzar a pasar. Los de las bicicletas se meten al Macrobús”.Guadalupe, quien vende dulces en la zona, contó que todos los días ve que las personas que utilizan bicicletas y patines eléctricos se meten al carril del transporte. “Las bicicletas que le quieren ganar al Macrobús, casi siempre. Lo que hacen las unidades es que les llaman la atención”.De acuerdo con la fracción XXXIII del Artículo 5 de la Ley de Movilidad, Seguridad Vial y Transporte de Jalisco, el carril exclusivo de transporte público es el espacio asignado para la circulación de vehículos de transporte público colectivo o masivo de personas pasajeras, sobre un sentido de la vía, con delimitación en el perímetro del carril que no permiten el tránsito de otro tipo de vehículos motorizados, que favorece la movilidad sustentable, con excepción de los vehículos de seguridad en caso de emergencias y de vehículos no motorizados.Los vehículos que lo invadan pueden hacerse acreedores de una multa de entre 150 y 200 UMA (Unidad de Medida y Actualización), se detalla en el Artículo 374 de la misma legislación, que prohíbe “circular o estacionarse por corredores exclusivos y confinados para el transporte público colectivo y masivo y carriles de contraflujo, así como a quienes crucen dichos corredores sin respetar los señalamientos viales”.Saúl Alveano, director general de Seguridad Vial de la Secretaría de Transporte, adelantó que en los próximos días están por actualizar el mapa de siniestralidad de 2022. “Estamos trabajando para que esta actualización pueda ser cada vez más rápida, que podamos añadir 2023, no hasta septiembre de 2024”. Entre enero y junio de 2023 hay menos fallecimientos y accidentes relacionados con el transporte público en los municipios de la zona metropolitana de Guadalajara, pero repuntaron ligeramente los heridos en estos percances.En el primer semestre del año se documentaron 13 muertes en accidentes donde estuvo involucrada alguna unidad del transporte público, lo que significa un deceso comparado con las 22 documentadas en el mismo período del año 2022. En total, el año pasado cerró con 31 personas que murieron tras percances viales vinculadas al transporte público, sin tomar en referencia al Tren Ligero.Pero en lesionados, pasaron de 146 a 153 entre los primeros seis meses de 2022 comparado con 2023. Llama la atención la baja que tuvo el Peribús, que comenzó a operar en enero del año anterior.Los usuarios coinciden en que el cambio de la ruta 380 a este sistema de transporte, que transita por el Periférico, genera más seguridad. Lo que sí señalan es que falta que otros vehículos respeten el carril exclusivo. “Las motocicletas no respetan, ni tampoco las ciclovías ni el carril exclusivo, la autoridad no revisa”, remarcó Francisco, usuario de la ruta.Por su parte, Mario Alberto Parra, quien es taxista y hace base entre las 16:00 y las 20:00 horas en Federalismo y Periférico, comentó que le toca ver que las motocicletas utilizan el carril confinado. “Unas 10 por hora sí pasan. Derrapan y también muchos autos se quieren brincar y se les ponchan las llantas”.La Secretaría de Transporte tiene como objetivo llegar a cero víctimas por percances viales. “Y cumplir períodos sin un deceso por este motivo es un incentivo y confirma que los cambios adoptados han tenido el alto objetivo de conservar la vida de las personas en su movilidad”. En la ruta conocida anteriormente como 275-B, que ahora es la C97, se han documentado dos muertes tras percances viales, desde enero de 2022 a junio de 2023. Esmeralda Torres, usuaria frecuente, opinó que los conductores manejan con exceso de velocidad. “Van demasiado rápido, frenan feo, pasan los topes sin fijarse”.Fabiola suscribió lo mismo que Esmeralda. “La verdad es que es una ruta muy deficiente, tiene mal servicio, los choferes no son muy sociables en el trato, te dejan tirado a medio camino sin fijarse si es de noche. A las 9, que regularmente ya no hay rutas, sí dan parada, pero a veces te dejan a mitad de camino”. CT
