“El Manchas” habita en el patio de la vivienda de su propietario, Juan Varela Bustos, quien por 30 años ha sido calandriero en las calles del Centro de Guadalajara, igual que lo fueron su padre y su abuelo. El equino pasta de la yerba que brota en el patio por el temporal, además de la comida que le proporciona su dueño. Es uno de los caballos que han sido retirados de sus labores en el primer cuadro tapatío para ser sustituidos por los nuevos modelos eléctricos.Además de “El Manchas”, Varela Bustos también era propietario del “Zorro”, el cual decidió dar en donación a un particular en Arandas.Hasta el momento, 12 equinos han dejado de ser utilizados por las calandrias en Guadalajara. Según explican Pedro Aguilar, representante del gremio, y Ana Pulido, titular de la fundación Tierra Nueva, cinco animales han sido donados a terceros que han demostrado ser capaces de su cuidado, mientras que el resto ha permanecido en manos de sus dueños. De estos, tres siguen al cuidado de los calandrieros y cuatro eran rentados. “Ninguno se va a trabajar, ninguno se va a equinoterapia ni a realizar ninguna actividad comercial donde vuelva a ser explotado. Sólo quedan como animales de compañía”, cuenta Pulido.La activista aclara que sólo se ha podido dar seguimiento a los donados y los que permanecieron con los calandrieros, pues aquellos que no eran de su propiedad sólo dejaron de rentarse, pero al ser propiedad privada, ni el municipio ni su asociación civil pueden intervenir.Tierra Nueva da un seguimiento de por vida a los caballos que fueron donados para corroborar que estos vivan en condiciones dignas. Los dueños deben enviar fotografías y videos de los animales, además de que la fundación realiza visitas periódicas. En las redes sociales de la fundación se han publicado fotos que documentan que los caballos viven dignamente.Al igual que “El Manchas”, “El Canelo” vive en la propiedad de su dueño, Ernesto Miguel García Íñiguez. Además de los patios en donde son resguardados, los dueños cuentan que los equinos pueden correr en terrenos en los alrededores de sus casas, o realizan paseos hacia las afueras de la ciudad.
