De cada 10 migrantes centroamericanos que buscan el “sueño americano” en Estados Unidos, uno se queda en Jalisco, de acuerdo con el estudio “Guadalajara, refugio de migrantes centroamericanos”, realizado por las académicas de la UdeG, Hilda Arreola, Adriana Hernández y Cristina Corona.Entre los motivos principales por los cuales los migrantes abandonan su travesía hacia el Norte se encuentran las buenas atenciones de parte de los tapatíos y las oportunidades de trabajo, según dan a conocer los resultados de la investigación presentados en la edición enero-junio 2018 de la Revista Iberoamericana de las Ciencias Sociales Humanísticas.De los 50 entrevistados, ocho de cada 10 indicaron haber sido víctima de extorsiones por parte de las autoridades, principalmente federales.Cuatro de cada 10 señalaron haber presentado problemas de inseguridad y sufrido problemas económicos, mientras que uno por cada decena sufrió dificultades de salud.De acuerdo con el estudio, la ruta seguida por las personas en tránsito, que corresponde al Occidente de México y en la cual se localiza Jalisco, es considerada una de las rutas más importantes ligadas a la migración, además de que es también la más segura para llegar a Estados Unidos.Luis Rodolfo Morán, académico de la Universidad de Guadalajara (UdeG), comentó que una de las causas por las que los viajeros se quedan en Jalisco es que lo consideran un Estado más seguro que otros, como Sinaloa o Tamaulipas, además de que la gente suele ser más amable y les brinda diferentes apoyos. La ayuda que suelen ofrecer escuelas públicas para sus hijos es otro de los alicientes.El coordinador de la organización FM4 Paso Libre, coincidió también con Morán, al indicar, desde su experiencia dentro de la asociación, que Jalisco es un lugar seguro y con posibilidades de obtener un empleo que les permita vivir de una manera digna, para ellos y su familia.Christian Alejandro Jirón, de 19 años, busca por enésima vez llegar a Estados Unidos (EU) en busca del “sueño americano” y viaja acompañado por su esposa Vanesa, de nacionalidad hondureña y su bebé.El joven ya ha hecho tres intentos para reencontrase con su padre, a quien no ha visto desde que nació. Sin embargo, no ha corrido con buena suerte, pues ha sido deportado en cada vez.Su último viaje lo realizó dentro de la caravana migrante que entró a México en octubre pasado, sin embargo, no pudo continuar con el resto del grupo debido a que su bebé enfermó de neumonía y tuvo que quedarse en Guadalajara para esperar a que mejorara.“Por mi papá estoy aquí, quiero conocerlo y abrazarlo. Ni una Navidad ni un día del padre con él. Yo necesito un abrazo suyo, aunque sea una vez en la vida. Voy a estar trabajando aquí un rato para conseguir el dinero y poderme mover más fácil para llegar al otro lado”, dijo.De cada 10 migrantes que transitan por México con rumbo a Estados Unidos, seis han intentado cruzar la frontera en más de una ocasión, según el estudio “Guadalajara, refugio de migrantes centroamericanos”, de las académicas de la Universidad de Guadalajara, Hilda Arreola, Adriana Hernández y Cristina Corona.Al respecto, el académico de la Universidad de Guadalajara, Luis Rodolfo Morán, explicó que la causa principal se debe a que, durante su camino, los migrantes suelen ser detenidos por las autoridades migratorias y posteriormente deportados, ya sea en su paso por México o una vez que llegan a Estados Unidos, sin embargo, no desisten de alcanzar el llamado “sueño americano”.“Si no consiguen un empleo que les remunere lo suficiente para sobrevivir, esta sigue siendo su aspiración. Hay algunos que al intentarlo varias veces los terminan en la cárcel, porque el diferencial de quedarse en la frontera implica correr el riesgo de volver a detenerlos”, agregó.El coordinador del albergue para migrantes FM4, Mauricio Pineda, señaló por su parte que para las personas migrantes los problemas y las necesidades que los orillaron a salir de sus países de origen son tan grandes que prefieren continuar hacia el Norte.“El motivo por el que dejaron su país fue por seguridad y pobreza. Si no logran pasar las condiciones que los motivaron a migrar, siguen. Las condiciones del lugar de origen no han cambiado, por ello la necesidad los sigue impulsando. Los retos: delincuencia, deportaciones, inseguridad en general”, expresó.Lucio, de 19 años y nacionalidad hondureña, ha intentado, desde los 16, establecerse en Estados Unidos en tres ocasiones. Una vez llegó a San Francisco, California, pero lo deportaron.“Durante esos viajes pasé mucho sufrimiento. En la frontera está muy difícil cruzar. Una vez hasta me secuestraron, nos metieron a una troca y nos llevaron a una casa con paredes muy altas, tenían muchos esqueletos, ropa y cosas sucias. Yo iba con cuatro amigos. Los que estaban ahí estaban como drogados y en una oportunidad que vimos nos escapamos por un poste, trepamos y ya que llegamos arriba saltamos a la azotea de otra casa. Nunca supimos quiénes eran ni qué querían”, contó.Tras su último intento de cruzar la frontera, Lucio decidió que era mejor vivir México que continuar en Honduras, debido a problemas con las pandillas y “cobros de piso” que hay en ese país, por lo cual solicitó ayuda como refugiado e inició aquí una nueva vida.Hasta ahora conoce la tercera parte del país. Entre los estados que ha visitado están Tabasco, Ciudad de México, San Luis Potosí, Monterrey y ahora Jalisco, Entidad que visitó gracias a un proyecto de construcción en el que trabajará por lo menos dos años.En México, Lucio obtuvo certificado de secundaria, espera estudiar la preparatoria y luego Licenciatura en Derecho para defender, principalmente, los derechos de las personas migrantes y los extranjeros.“México me gusta porque aquí, en casi todos los estados, hay mucho trabajo. Por ejemplo, fui encargado de una rosticería, he trabajado en construcciones, en tiendas de ropa. Ahora quiero naturalizarme mexicano, sacar la credencial de elector que tienen todos los mexicanos, sacar mi pasaporte y mi visa y poder llegar de manera legal a Canadá o a España”.A nivel global, Estados Unidos (EU) ocupa el primer lugar de los países receptores de migrantes, luego de que durante 2017 registrara 49.8 millones de migrantes, de acuerdo con el Anuario de Migración y Remesas del Consejo Nacional de Población (Conapo), presentado este año. En el segundo lugar están Arabia Saudita y Alemania con 12.2 millones cada uno.Estados Unidos es también el principal país destino de los migrantes mexicanos, seguido por Canadá y países del Viejo Continente como España, Alemania, Francia e Italia.Sin embargo, México se configura como el segundo país a nivel mundial entre los países de origen con 13 millones de migrantes mexicanos en el mundo, de los 257.7 millones de personas migrantes que las Naciones Unidas estimaron que hubo a nivel mundial durante 2017.De acuerdo con el profesor investigador de la Universidad de Guadalajara, Jorge Guillermo Durand, la razón por la cual EU se encuentre en el primer lugar nacional es debido a que este país demanda la mayor cantidad de trabajadores y, a su vez, migrantes, debido al alto nivel de desarrollo que tiene a nivel global.Además, el académico explicó que la causa principal por la cual México se encuentra dentro de los primeros lugares mundiales en países de origen migrante se debe a que mantiene una buena relación generacional con las familias que se quedaron en la Unión Americana luego de que nuestro país le cediera su territorio en el siglo XIX, esto ha favorecido para que los mexicanos creen lazos de contacto que han perdurado a lo largo del tiempo. “Tenemos un universo de redes de contactos, de relaciones sociales, principalmente en Estados Unidos, que se empiezan a llamar y reclutar mexicanos para que vayan a trabajar”.Países de origen migranteEl primer lugar es ocupado por la India, con 16.6 millones de migrantes. México está en segundo con 13 millones, mientras que en el tercero se coloca Rusia, con 10.6 millones, seguido por China y Bangladesh con 10 y 7.5 millones respectivamente.Durante 2017 disminuyó 55% el número de niñas, niños y adolescentes repatriados por parte de México hacia sus países de origen. En 2016 se registraron 40 mil 114 eventos de aseguramientos de menores extranjeros por autoridades migratorias mexicanas, durante 2017 solo fueron 18 mil 066.Del total de eventos de repatriación registrados el año pasado, cinco de cada 10 menores provenían de Guatemala, tres de cada 10 de Honduras y dos de cada 10 de El Salvador.De los menores que fueron devueltos a sus países de origen, 40% viajaban solos.De acuerdo con la Ley Nacional de Migración, toda persona que se encuentre dentro del territorio mexicano sin contar con algún documento que acredite su situación migratoria deberá ser puesto ante las autoridades correspondientes y, de no manifestar su deseo de iniciar un trámite legal para su estancia en en México, será devuelto a su país de origen.En el caso de los menores de edad, estos deberán ser protegidos por el DIF de la Entidad en la que se encuentren para posteriormente ser devueltos a sus países.Según explicó el profesor investigador de la Universidad de Guadalajara, Jorge Guillermo Durand, el auge de la deportación, como indica debe llamarse a este fenómeno, se dio principalmente durante la administración del presidente estadounidense Barack Obama, entre 2013 y 2015, debido a las fuertes políticas migratorias implementadas por Estados Unidos.De acuerdo con el especialista en fenómenos migratorios, las familias y los menores no acompañados que se encontraban en tránsito en esta temporalidad eran devueltos por México a sus países de origen debido a los convenios establecidos con la Unión Americana.