Oler el bosque, observar lo que hay alrededor, tocar la biodiversidad, escuchar el ambiente y comer lo que da la naturaleza son parte de las actividades del programa “Baños de Bosque” que brinda la Universidad de Guadalajara (UdeG) a través del Centro Universitario de Ciencias Biológico Agropecuarias (CUCBA).El primer recorrido piloto comenzó en el Bosque La Primavera, sin embargo también habrá en otros puntos, como en el Bosque Colomos.Con él, se activan los cinco sentidos con diferentes actividades, pero también se ayuda a conectar con la naturaleza y cuidarla.Éste año, en octubre y noviembre, seguirán las pruebas piloto con grupos de personas con necesidades específicas, enfermedades crónicas, padecimientos concretos (como estrés, ansiedad y depresión) y personas que no saben gestionar sus emociones.Tras ello, y a partir de identificar las necesidades, en enero de 2023 comenzaría de manera programada.María Guadalupe Garibay, profesora investigadora de la UdeG y guía certificada de “Baños de Bosque”, detalló que en 2012 se comenzaron a generar las primeras investigaciones sobre una mejora de la salud física y mental cuando las personas hacen actividades en la naturaleza. Fue a partir de ahí que se comenzó a trabajar en parques y bosques, así como socializando con las personas al respecto.Así descubrieron que las personas buscan sitios biodiversos, lo que los llevó a reflexionar que la biodiversidad es un eje importantísimo para impulsar acciones enfocadas a promover la salud, pues los elementos que la conforman los hicieron sentir emociones placenteras.“Este 2022 comenzamos a trabajar con algunos circuitos en la costa de Colima y áreas en Jalisco, y encontramos gran interés de las personas por involucrarse”, señaló.Los recorridos pueden durar hasta dos horas y media, dependiendo de diferentes elementos del espacio para generar una experiencia sensorial y positiva.“Hemos olvidado la posibilidad de sentir y vamos más sumergidos en una rutina y una dinámica en la que pocas veces ponemos atención en lo que nuestro organismo requiere, demanda y siente. Lo que pasa en la naturaleza es que muchas personas van a tener una experiencia que es favorable para disminuir el estrés”, detalló.En la primera prueba piloto el primer punto fue enfocado a la vista. Ver lo que hay alrededor, lo que llama la atención del sitio. El segundo al olfato, donde olores a anís, limonelo y salvia resaltaron para los participantes. El tercero fue el tacto, en el que se pidió tocar todas las texturas que hay en el bosque.En este punto, la guía pidió recitar palabras en las que les hizo pensar el recorrido hasta el momento: Tranquilidad, desconexión, desestresante, mágico, sensibilidad y gratitud fueron algunas de ellas.En el cuarto punto fue el turno del gusto, en el que la guía dio a probar anís. Mientras que en el quinto fue el cierre: el punto de las artes expresivas. Ahí los participantes crearon “obras” con lo que había en la naturaleza y compartieron su significado con el resto.Álvaro, uno de los participantes, manifestó que “es una experiencia única para mí y con tantas bondades. Es un punto más para que cuidemos este tesoro que hay tan cerca de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG). Ojalá me pueda incorporar a esta iniciativa totalmente innovadora”.JM
