Aunque comenzaron en el mercado bajo el supuesto de brindar un servicio exclusivo de atención y comodidad, hoy los taxis de plataforma no son lo que eran hace 10 años, cuando iniciaron operaciones en la Zona Metropolitana de Guadalajara, afirman usuarios. Vehículos en malas condiciones, tarifas poco claras o a discreción, cancelación de los viajes luego de minutos de espera, el uso de rutas no sugeridas por la aplicación o denuncias contra conductores, son algunos de los puntos de los que más se quejan los usuarios de un servicio que, reportan, dista de los estándares marcados por las normas estatales. Un ejemplo: la Ley de Movilidad, Seguridad Vial y Transporte establece en su Artículo 357 que las personas que operan mediante aplicación móviles no pueden ofrecer sus servicios en la vía pública. Pero basta con acercarse a la salida de cualquier evento masivo o en las puertas del Aeropuerto Internacional de Guadalajara para observar cómo los conductores ofrecen sus viajes en coches que no son, precisamente, taxis amarillos, estableciendo costos a discreción, sin los tabuladores de las aplicaciones. La norma estatal consigna también que el servicio debe ser prestado únicamente por conductores registrados en la plataforma y ante la Secretaría de Transporte (Setran), pero no hay forma de corroborar esto, ya que no hay un registro público para verificar la información y no todos los conductores portan el holograma que la dependencia estatal les entregó para operar. Otro componente del Artículo 357 es que los coches de plataformas no pueden dar el servicio si exceden los 10 años. Pero hay coches del 2012 o más viejos en operación. “Entre lo que más ha fallado es el tema de la seguridad. Al inicio te sentías segura porque las plataformas hacían muchísimos filtros y ahora parece que eso quedó atrás”, señaló la usuaria Karla Martínez.Un mecanismo ante las crecientes inquietudes por la seguridad fue la colocación de un “botón de pánico” en las mismas apps (también requerido en la Ley Estatal), pero no se conoce su efectividad. “Yo usaba el servicio cuando salía tarde de trabajar, me sentía tan segura que del cansancio me dormía. Hoy, ni pensarlo, tengo que enviar mis rutas a mis amigas y mi familia porque me han tocado muchas veces donde la foto no coincide con el conductor, o el coche con las placas”, compartió Sandra Castañeda.Tan sólo entre 2018 y 2022, la Fiscalía de Jalisco inició 64 carpetas de investigación contra conductores de plataforma por diversos ilícitos, como robos, daño a las cosas, lesiones, e incluso homicidio. Aunque se solicitó a la dependencia la cifra actualizada, hasta el cierre de esta edición no hubo contestación.Aunque se solicitó a la Setran, a cargo de Diego Monraz, una entrevista sobre la caída en la calidad del servicio de este transporte, no hubo respuesta a las siguientes preguntas: