A un año de la puesta en marcha del Protocolo para la Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la Violencia de Género en la Universidad de Guadalajara (UdeG), y su reglamento, han avanzado 515 denuncias que han derivado en que nueve trabajadores ya no están en funciones o fueran separados del cargo, 36 suspensiones (de tres días hasta ocho meses), 59 medidas reeducativas y 73 apercibimientos entre personas del alumnado y trabajadoras.Sobre cuáles fueron las conductas realizadas por las personas separadas de su cargo, Érika Loyo Beristáin, jefa de la Unidad para la Igualdad de la UdeG, dijo que no se conoce ese dato. “Porque no hemos llegado a ese nivel de información desagregada con las propias comisiones”.Loyo Beristáin remarcó que existen muchos procesos de denuncia que están vigentes y en proceso de investigación por parte de las comisiones y algunos otros que fueron resueltos sin sanción por la naturaleza de sus investigaciones. También destacó que han emitido 462 medidas cautelares con el objetivo de proteger a las víctimas. “La más aplicada es el apercibimiento a la persona señalada como responsable para que cese la conducta denunciada y evitar todo contacto con la víctima”.En cuanto al tipo de violencia, la jefa de la Unidad para la Igualdad explicó que la que más se presenta es la psicológica, con 78.25 por ciento, seguida de la sexual con 33 por ciento, violencia digital con 24.66 por ciento y violencia física con 15.92 por ciento. La suma no da 100% porque una persona puede ser víctima de más de una violencia a la vez.En preparatoria, mayoría de denuncias por violencia de géneroDe las 515 denuncias recibidas por violencia de género en la Universidad de Guadalajara (UdeG), 308 fueron en el Sistema de Educación Media Superior (SEMS), seguido de CUTonalá, con 39, y el Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), con 23. Tan sólo la semana pasada se dio a conocer que una estudiante de la Preparatoria 1 fue agredida sexualmente. Al respecto, Érika Loyo recordó que la joven ya presentó su denuncia y está siendo atendida por personal de psicología. “Ella está afectada por todo lo que he leído escuchado de redes sociales, de medios, de todos lados y está en este momento en el que sí necesita una contención, pero confiamos en que su proceso lo pueda llevar bien y salir empoderada”.Sobre estrategias para prevenir la violencia en este nivel educativo, indicó que hay una apuesta desde el Programa de Orientación Educativa y de sumar a través de distintas acciones como la Defensoría de Derechos Humanos, cultura de paz y respeto, fortalecimiento de la denuncia e impulsar masculinidades positivas.“Con el SEMS estamos trabajando en una metodología de foro abierto para que, con la comunidad educativa y con el alumnado, podamos construir las medidas de prevención que necesita el plantel tanto en temas de seguridad como en temas de formación de prevención de las violencias. Lo vamos a implementar a lo largo de estos meses porque lo que ocurre en el plantel de Toluquilla no es la misma realidad de la que ocurre en Prepa 1, cada plantel tiene una lógica distinta”.La mayoría de las víctimas son alumnado de preparatoria, con 47.18 por ciento; mientras que 31.65 por ciento son de universidad. La mayoría de las personas señaladas como responsables son alumnado de preparatoria, con 41.16 por ciento y personal académico, con 21.16 por ciento. La mayoría de las personas señaladas como responsables entran en el rango de 14 a 17 años, con 32.03 por ciento; le sigue el rango de edad de 18 a 21 años, con 15.72 por ciento.En la Unidad de Primer Contacto se escucha a la víctima, con respeto y prejuicios, y se canaliza a las áreas y servicios competentes.Se notifica a la Defensoría de Derechos Humanos cuando se presume violación de derechos humanos, al área médica, psicológica u otra, y a la coordinación general de recursos humanos.Si se decide comenzar el proceso de denuncia se notificará a la Comisión de Responsabilidades y Sanciones Competentes; quienes investigan y determinan, las sanciones a aplicar, y a la Unidad para la Igualdad y la Oficina de Abogacía General, quienes brindan apoyo técnico.110 personas forman la red de primeros contactos 515 denuncias 1,607 orientacionesEL DATOÉrika Loyo Beristáin aseguró que el consentimiento es clave para identificar agresiones de índole sexual. De las conductas identificadas, la primera es el acoso, con el 53 por ciento; seguida del hostigamiento, con 29.6 por ciento; tocamientos, con 5.2 por ciento; miradas lascivas con el mismo porcentaje, y abuso y agresión sexual, con 3.5 por ciento cada uno.“Sabemos que para construir confianza y para construir cultura de la denuncia, pues se requiere mucho, pero estamos dispuestas a dar esa esa batalla y esa lucha para pues para que puedan confiar en nosotras y en nosotros”. Érika Loyo Beristáin, jefa de la Unidad para la Igualdad de la UdeG.