Luego de que se anunciara que el límite para obtener una Cédula Profesional Estatal definitiva sería el 1 de diciembre de 2017, y que quienes no lo hicieran tendrían que renovarla cada cinco años, miles de profesionistas se dieron cita en la Dirección de Profesiones del Estado para obtenerla. Esto provocó que la expedición se triplicara, pasando de 10 mil 004 expedidas en 2016 a 33 mil 295 el año pasado.La capacidad de atención de la dependencia se vio rebasada en octubre de 2017, cuando estuvo recibiendo hasta 500 profesionistas por día, lo que provocó que el gobernador ampliara el plazo de obtención de la cédula definitiva al 1 de septiembre de 2018, y también que se implementaran medidas para evitar una nueva saturación.“Consideramos que cuando se acerque la fecha va a volver a repuntar, en menores condiciones, pero sí lo estamos esperando. Por eso hemos ampliado la atención y algunos colegios de profesionistas nos están ayudando a recolectar documentos, para hacer más ágil esto”.El funcionario aseguró que a partir de que se empiece a exigir la cédula estatal, por ejemplo a los contadores en las empresas o al momento de querer abrir un despacho, el Ayuntamiento les pedirá su Cédula Profesional Estatal como parte del trámite o permiso; estiman que los trámites para el documento continuarán entre los 20 mil y los 30 mil.“El universo de profesionistas que se titulan en Jalisco es de 32 a 35 mil, anuales, yo considero que si seguimos en la dinámica de que todos estamos armonizados con la exigencia de la cédula estatal, el ritmo de cédulas entregadas estará, anual, en los 30 mil”.Oceguera Barragán destacó que se está trabajando para que los reglamentos que determinarán quiénes acreditarán a los profesionistas que deban renovar su cédula cada cinco años y cómo serán puestos a prueba sus conocimientos estén listos este año. Asimismo, subrayó que el objetivo de esta política es asegurar que aquellos profesionales que puedan poner en riesgo la salud o el patrimonio de los ciudadanos estén capacitados para ejercer. Sin embargo, una de las principales críticas que se les hizo es que era una política recaudatoria, por lo que Sandoval también derogó el arancel, hasta el 1 de septiembre.Mario Vázquez concluyó sus estudios como Técnico Superior Universitario en Radiología e Imagen hace dos años, obtuvo su título y, poco tiempo después, su Cédula Profesional federal. Sin embargo, el año pasado tuvo que acudir a la Dirección de Profesiones del Estado para tramitar su cédula estatal, ya que sin ella no podría ejercer en Jalisco.“A mí me dijeron en la escuela que tenía que sacar la cédula federal, para poder trabajar, porque sí te la piden. Pero luego empecé a ver en las noticias que ahora había que tener la estatal, porque si no la íbamos a tener que renovar con un examen cada cinco años. Luego nos dijeron en el trabajo que si llegaba Coprisjal y no teníamos la estatal nos podían cerrar el laboratorio, y pues fuimos a sacarla”.“Pedí un día y fui, tardé 12 horas. Además, yo tramité la federal un año antes, tardó un mes en llegarme y pagué más de mil 200 pesos por ella y por ésta me cobraron como 400, de haber sabido, sólo pago la estatal, pero ya gasté doble”.Para él, está bien que el Estado quiera regular si los profesionistas se actualizan o no, ya que, dijo, trabajar en el área de la salud no es un juego. “Imagínate que sale un nuevo aparato, lo traen al laboratorio y yo no lo sé usar, el estudio sale mal y yo le digo a la gente algo que no es. Deberíamos estar actualizándonos, pero si no lo hacen por voluntad, el Gobierno tiene que poner estas leyes”.Aseguró que a él no le molestaría que le pidieran un examen de conocimientos y que si no lo pasa tuviera que ir a tomar un curso, a pesar de que su documento es definitivo.Él es uno de los 186 técnicos radiólogos que en 2017 tramitaron su Cédula Profesional Estatal. Un número histórico para estos profesionales, ya que en los últimos años sólo realizaban el trámite entre 10 y 20, por lo que representó un incremento de más del 675% de solicitudes.“Lo que pasa con los radiólogos es que todas las instituciones nos ayudaron a decirles que tenían que venir, es algo que nos tocó ver muy de cerca, porque hubo muchas profesiones que, a pesar de que era obligatoria, nunca se habían acercado con nosotros, porque pensaban que con la federal era suficiente”, comentó el director de Profesiones del Estado, Felipe Oceguera Barragán.Otros de los que más acudieron fueron los enfermeros, quienes de tener 848 trámites en 2016, tuvieron cinco mil 869, lo que representa un incremento de 592%. Ante esto, la presidenta del Consejo Directivo del Colegio de Enfermeras de Jalisco A.C., Esmeralda Quezada Medina, comentó que se hizo hincapié en que todos los profesionistas afiliados a ellos debían obtenerla.“En el Colegio hicimos mucha difusión, porque nosotros siempre habíamos trabajado con la Cédula federal, pero si ya es obligatoria la estatal, no podemos estar fuera de la Ley y pues qué mejor que tener la definitiva. Además, eso le da certeza al paciente de que quien lo atiende está calificado para hacerlo”.Por otro lado, están los Médicos Veterinarios y Zootecnistas, quienes incrementaron sus trámites en más de 522%, pasando de 110 solicitudes en 2016 a 685 en 2017.La Ley para el Ejercicio de las Actividades Profesionales del Estado de Jalisco se aprobó en 2015 y en ella se estipula que la Cédula Profesional estatal es obligatoria para las profesiones de las áreas de la salud, ingenierías, abogados, arquitectos, contadores y administradores.*En los últimos 10 años.LA VOZ DE LOS EXPERTOSJorge Jiménez Torres (profesor de la UdeG)Para Jorge Alfredo Jiménez Torres, profesor en Derecho de la Universidad de Guadalajara, quienes ganan con la exigencia por parte del Estado a que un profesional esté actualizado son los propios colegios de profesionistas.“El objetivo es que todos estemos inscritos al Colegio, que al final es quien nos va a certificar para que se pueda renovar la cédula o poder comprobar que yo tengo la definitiva, pero que sigo actualizándome. Entonces, ellos son los que ganan porque vamos a tener que pagarles las cuotas, para estar dentro”.El experto aseguró que no es necesario que el Gobierno haga una regulación para que los profesionistas estén actualizándose, ya que “si algún cliente cree que mi práctica no fue buena, puede denunciarme como mal litigante, al igual que a los médicos. Ahí de determina si el profesional es capaz o no de seguir ejerciendo y, sino, se le retira ese permiso”.Yurixhi Gallardo (investigadora de la UP)Para Yurixhi Gallardo Martínez, profesora investigadora en Derecho de la Universidad Panamericana, el que se exija a los profesionales el estar acreditándose cada cierto tiempo es sólo un paso de los muchos que México y Jalisco deben dar para hacer una correcta supervisión de ellos.“Todas las profesiones tienen una función social. Entonces, las cédulas tratan de asegurar que el profesionista pueda cumplir con el servicio que la sociedad requiere. Este es uno de los muchos pasos que debemos dar, porque está poco regulado el tema educativo. Es decir, hay una abundancia de instituciones educativas, pero quién me asegura que el egresado pueda ejercer de forma correcta, sino son las certificaciones”.Para ella, el que se solicite a ciertas profesiones estar actualizándose en su propio ejercicio es positivo, ya que con esto se podrían evitar muchos de los errores que se cometen por parte de quienes tienen un título que les permite trabajar en ellas.