El Tren Ligero de Guadalajara es uno de los medios de transporte público que a diario mueven a miles de tapatíos. Su existencia siempre ha estado asociada a la necesidad y a la planeación tardía; Guadalajara ha crecido mucho más de lo esperado, y los camiones ya no dan abasto. El Tren Ligero ya es parte de lo cotidiano y de la cultura popular de los tapatíos con sus fallas constantes, imprevistos increíbles, y vagones saturados a todas las horas del día. Esta es la historia del Tren Ligero, nuestro Sistema de Tren Eléctrico Urbano. El trayecto de la Línea 1 tiene sus antecedentes en 1974, cuando se planeó la construcción de un sistema de metro. Con ese fin se hicieron obras para crear la Calzada Federalismo, con la consecuente desapareció de la calle Moro y Escobedo, y debajo de la cual se construyó un túnel de 6.6 kilómetros, según información del Sistema de Tren Eléctrico Urbano (Siteur).Pero ante la falta de recursos para seguir con el proyecto subterráneo, se optó por un servicio de trolebuses que arrancó en 1976 con 124 unidades adquiridas en Chicago, Estados Unidos.El Tren Ligero se inauguró, formalmente, el 1 de septiembre de 1989, después de varias deudas públicas, proyectos infructíferos, y desacuerdos entre gobernantes. Fue entregada a Guadalajara por Guillermo Cosío Vidaurri y el entonces presidente, Salinas de Gortari, e iba de Periférico a Periférico, en aquellos años lejanos en que el sur de la ciudad eran meros campos despoblados.Su precio, en las postrimerías de los 80, era de $600 pesos. Entonces se anunció un plan maestro a 25 años -de 1990 a 2015-, para que se creara un sistema de seis líneas urbanas. Poco caso le hicieron a aquellos urbanistas y académicos que entonces advirtieron que, en menos de veinte años, el sur de Guadalajara crecería a niveles desmedidos.El Gobierno no hizo caso. Treinta y cuatro años más tarde, López Mateos, Tlajomulco y Periférico Sur se han convertido en una de las regiones más intransitables de la Zona Metropolitana, y a los sucesivos gobiernos les tomó tres décadas expandir el servicio de Tren Eléctrico Urbano. Se tiene contemplado que para 2024 quede concluido el proyecto que expandirá la Línea 1 del Tren Ligero, a la cual se le añadirán ocho kilómetros más hacia el sur, llegando hasta Santa Anita. No sé sabe todavía cuándo quedará concluida esta expansión. La línea 2 del Tren Ligero, por su parte, inició sus trabajos en 1991. No se concluyó sino hasta el 1 de julio de 1994, y en su inauguración también estuvo presente Salinas de Gortari. El costo del pasaje era de $1.50 pesos de entonces. Fue considerada un logro urbanístico en su época, y "modernizó" la Guadalajara de principios de los 90, pues le dio un nuevo aire al parque Revolución, mejor conocido por los tapatíos como el "Parque Rojo". La nueva línea conectaba a la Zona Metropolitana con el Oriente y las colonias "más allá de la Calzada". Algunos académicos coinciden en que la construcción de la Línea 2 influyó directamente en las explosiones del 22 de abril de 1992, pues las obras subterráneas obstaculizaron la lógica del alcantarillado tapatío. Ya se había advertido; en 1991, Luis Tostado Romo explicó que la Línea 2 no podía ser totalmente subterránea, porque afectaría los colectores existentes de la Calzada Independencia. "Va a explotar algún día el drenaje", dijo.Otra polémica que envolvió la construcción de la Línea 2 fue su costo, pues en lugar de utilizar la tecnología que se usó, por ejemplo, en la Ciudad de México, el Gobierno de Jalisco se inclinó mejor a los servicios prestados por los alemanes, y que elevaron el costo final. Según el proyecto original, la Línea 2 no iniciaba en el Parque Rojo, sino que se extendía por avenida Vallarta. Si esto se hubiera concretado, hoy tendríamos Tren Ligero en Chapultepec, la Minerva, e incluso en la Gran Plaza. La Línea 3 del Tren Ligero tardó muchos años en llegar, y su proyecto estuvo envuelto en polémicas. Su construcción inició en 2012, y no terminó sino hasta ocho años más tarde, el 12 de septiembre de 2020. Para sus tramos subterráneos se utilizó una tuneladora titánica apodada "La Tapatía", que perforó las entrañas del Centro Histórico, desde La Bandera hasta Ávila Camacho, y en su trayecto desestabilizó muchas de las construcciones más antiguas de Guadalajara, entre ellas la Catedral y el Museo del Periodismo.Si bien hoy es un proyecto aplaudido, especialmente por la remodelación del Paseo Alcalde, que dejó de ser una avenida a un recorrido turístico y peatonal, durante los largos años que duraron las obras de la Línea 3, incontables comercios se fueron a la quiebra. La inauguración de la Línea 3 contó con la presencia del Presidente López Obrador, y los primeros días el servicio fue gratuito. Se conectó así la Central de Autobuses con Zapopan, al norte, pero muchos usuarios criticaron que la línea no continuara hasta Tesistán. La Línea 3 fue la primera en contar con tramos elevados, y con vistas panorámicas de la ciudad. El 19 de diciembre del 2022, iniciaron formalmente la construcción de la Línea 4 del Tren Ligero, la cual conectará Tlajomulco, con Adolf Horn y Mi Macro Periférico, en una de las regiones con peor servicio de transporte público. Se tiene previsto que quede concluida para 2024, y tendrá ocho estaciones. Por otro lado, según lo recién anunciado por el Gobierno para solucionar el caos diario de López Mateos, la expansión de la Línea 1 contará con nueve estaciones más, Con información de "Los Decenios de Guadalajara", de Guillermo Gómez Sustaita FS