El mercado Santa Elena de la Cruz parecía más una nave de bodega en abandono propicia para el vandalismo que un mercado de productos frescos, antes de las obras de OHS. El panorama era poco alentador para las ventas con un ingreso de escalones quebrados, pisos terregosos, techo de láminas oxidadas, locales dañados, baños insalubres e inseguridad, además de un difícil acceso peatonal y vial. El reto para salvar este espacio fue propuesto por habitantes, comerciantes y vecinos de la colonia Rancho Blanco a las autoridades del Ayuntamiento de Guadalajara, que en convenio con OHS lograron la renovación de un espacio que hoy luce comercialmente vigoroso para beneficio no sólo de los locatarios, consumidores y habitantes de la colonia, también de quienes viven en los alrededores de la zona de Huentitán. Ubicado entre las calles de Teruel, Barreiro y Cuenca, en la colonia Rancho Blanco en el municipio de Guadalajara, la transformación lograda por OHS requirió entre 2019 y 2020 una inversión de 18 millones de pesos en el complejo de renovación del Mercado Santa Elena de la Cruz.La obra se realizó en dos etapas, para locales internos y externos, con 83 locales de las naves 1 y 2 en los que se colocaron cortinas metálicas y pisos que ahora son firmes y lucen modernos por el concreto pulido. La cubierta de láminas calientes en verano y fríos en el invierno con goteras en temporal de lluvia cambiaron por techos panorámicos con arquitectura sustentable de tragaluces que ofrecen fresca ventilación.Un trabajo casi artesanal de especialistas en albañilería le dio un nuevo rostro a los espacios de los locatarios que encontraron a su regreso al comercio barras revestidas con loseta cerámica Santa Julia en color blanco.Para aumentar la seguridad del espacio renovado la instalación eléctrica se remplazó en su totalidad. Se colocaron nuevos centros de carga y de medición para cada local donde se remplazaron además los trasformadores.Como parte de las obras complementarias para brindar seguridad al espacio y certeza a los comerciantes de su patrimonio, las obras incluyeron un enrejado perimetral. También fue necesario remplazar la instalación hidráulica y sanitaria, así como la instalación de una red de gas para poder suministrar este combustible a cada local de forma segura con un tanque principal.En las áreas públicas exteriores el piso fue renovado con concreto lavado, y se instaló infraestructura de acceso con rampas para personas con discapacidad. Los exteriores del mercado que estaban deteriorados requirieron apuntalar la estructura cubierta con pintura especial.Lo único que quedó del deplorable espacio en el que se encontraba el mercado Santa Elena de la Cruz es un gran árbol, el que fue protegido con una jardinera especial bajo sus grandes ramas y fresca sombra con que recibe a los habitantes de colonias colindantes como la Autocinema, División del Norte, Rancho Nuevo y alrededores de la zona de Huentitán.*Inserción pagada por OHS para dar a conocer los beneficios del convenio con el Ayuntamiento de Guadalajara