Hace 31 años, Felipe Rodríguez perdió su brazo derecho y su trabajo como elaborador de nixtamal. Sin embargo, no se rindió y decidió volverse taxista. Durante tres décadas, trabajó por toda la ciudad con un auto arrendado.Actualmente, con las concesiones que otorgó este año la Secretaría de Movilidad (Semov), ya cuenta con permiso y su propio vehículo.Felipe dice que desde que se enteró de la convocatoria ahorró en una caja popular para poder dar el enganche de su nuevo coche. Ahora sólo se preocupa por tener dinero para pagar las mensualidades.El secretario general de la Federación de Trabajadores Autotransportistas y Similares del Estado de Jalisco, Germán Mayorquín Ruiz, señala que fueron entregados mil 848 permisos nuevos, de los cuales 150 son del sindicato al que representa.“Los otros están en proceso de pasar la revista mecánica y de solicitar las placas ante la Sepaf (Secretaría de Planeación, Administración y Finanzas) para poder tener el carro en orden, de acuerdo a la norma que nos rige de la Ley de Movilidad del Estado de Jalisco”, destaca Mayorquín.El secretario agrega que el esfuerzo que han realizado los taxistas ha sido muy grande, desde ahorrar para comprar su nuevo vehículo hasta cambiar su forma de trabajar para brindar un mejor servicio a la ciudadanía, por lo que pide que se les devuelva la confianza para continuar con su labor.Explica que los choferes que obtuvieron la nueva concesión compraron automóviles de modelo reciente que ya cuentan con la nueva imagen.Indica que todos traen uniforme, licencia C3 (especial para taxistas, para la cual deben tomar un curso especial) y gafete de identificación para que el usuario sepa quién es el que los lleva a su destino.“Es una imagen nueva y fresca que queremos que el ciudadano identifique y se sienta cómodo de viajar en ellos, que sepa que se le va a cobrar lo justo o de lo contrario puede tomar las placas y el nombre del chofer y hacer su reporte”, comenta.VOCESEste año, Pablo Herrada Morelos cumple 30 años como taxista, mismos que trabajó con un auto arrendado que ya estaba a punto de ser retirado de circulación.“Uno pagaba renta y trabajaba casi todo el día por algo que era de otros. Ahora que este auto es mío lo hago con más ganas y me siento muy bien, con la seguridad de que es algo que va a quedar para mis hijos”.Para comprar la unidad solicitó el apoyo de sus familiares, quienes le prestaron sus ahorros para dar el enganche. “Ahora tengo que trabajar para dar la mensualidad del carro y pagar el préstamo que me hicieron”.Sin embargo, en este momento no le representa un mayor ingreso, pues si bien el coche ahorra entre tres y cinco litros diarios de gasolina, ahora que el combustible tiene un costo más elevado que antes invierte cerca de 40% de las ganancias en adquirirlo.Según explica, a la gente le ha gustado el nuevo servicio que brindan los taxistas porque se cobra lo justo con el taxímetro y, en caso de que el pasajero desconfíe, puede llamar a algún agente de la Secretaría de Movilidad para que revise que todo está en orden.Luego de más de 20 años como taxista de un vehículo rentado, Margarito pudo comprar este 2018 una unidad nueva gracias a los nuevos permisos otorgados a conductores con más de 10 años tras el volante. Para adquirirlo, sus hermanos lo ayudaron al aportar sus ahorros para pedir un financiamiento bancario.“Hubo un tiempo donde ahorraba algo, luego rentaba las placas del taxi para que se me bajara el gasto, otras se me vencía el tiempo del uso de taxi y ahí lo dejaba, tratando de conseguir quién me diera otro trabajo y así estuve un buen tiempo”, cuenta el operador de este servicio.Para Margarito, el inicio de la nueva imagen fue complicado porque la gente no la conocía y no se animaba a subirse con ellos. “No sabían si éramos taxis normales o si éramos del aeropuerto o foráneos”.A pesar de que las ganancias no han sido las mejores debido al aumento en el precio de la gasolina, Margarito se dice motivado para seguir al volante, pues sabe que ahora lo hace para pagar su propio auto y no para “pagarle al patrón”.Durante 16 años, David Navarro se desempeñó como taxista en un carro rentado. Sin embargo, ahora ya es dueño de su propio vehículo gracias al nuevo permiso que recibió en enero de este año. Para dar el enganche, tomó los ahorros que tenía su familia.Según expresa David, para él las ganancias son mucho mayores respecto al antiguo vehículo que conducía, pues ahora 80% de los ingresos son para él, cuando anteriormente tenía que entregarlos al dueño e invertirlos en gasolina.“Antes, si no completaba en un día, tenía que sacar del día siguiente o trabajar hasta los domingos”.David reconoce que la imagen anterior perdió la confianza de la gente debido a que no tenían los vehículos en el mejor estado, además de que algunos compañeros llegaban a alterar los taxímetros.“Yo me siento muy feliz porque la gente está respondiendo bien a lo que le estamos ofreciendo. Sabemos cómo perdimos la confianza de la gente, pero también sabemos cómo recuperarla: con un buen servicio, cobrando lo justo y dándole la seguridad al pasajero”.