CanSino Biologics, una farmacéutica china, comenzó las pruebas de su nueva vacuna contra el COVID-19 en México. Y Salvador Del Toro, un caricaturista tapatío, fue uno de los primeros a quienes le aplicaron el fármaco.“Es una cuestión de ayuda para la gente y, sobre todo, para mis hijos. Quiero que tengan un mundo bonito y que no vuelvan a repetir un año tan espantoso como este”, compartió.Su protocolo comenzó a finales de noviembre. Él se inscribió y dos semanas después le llamaron para decirle que había sido seleccionado y que su cita sería el miércoles 23 de diciembre.Cuando llegó al laboratorio le checaron los signos vitales, le sacaron sangre para practicarle exámenes generales y le dieron un número de expediente. Luego lo inyectaron.“No me dolió. Es como cualquier otra (vacuna). Ni siquiera tuve efectos secundarios. Sólo me sentía muy cansado ese día, pero le echo la culpa a que acababa de llegar de viaje”.Después de aplicársela, los médicos le pidieron a Salvador que esperara allí media hora para certificar que no hubiera efectos secundarios (espasmos, hinchazón, comezón o algún tipo de alergia, según le dijeron).En 52 semanas, Del Toro conocerá si le aplicaron la vacuna o el placebo. “Cada semana nos llamarán para saber cómo vamos o si tenemos alguna reacción. Un año después será el contacto directo. Ese día, si me pusieron el placebo, me vacunarán. Además, (la farmacéutica) te da un seguro para atenderte por si te da COVID-19, enfermas de gravedad o tienes alguna reacción alérgica”.Dijo que se puso a disposición de la ciencia porque antes investigó sobre la vacuna y supo que en China, donde comenzaron las pruebas, todo había salido bien. “El chiste es que la gente no se asuste y se anime. No me pasó nada y es un granito de arena que podemos aportar a esto que está pasando”, concluyó. JL