En octubre pasado Guillermo conducía por la avenida Mariano Otero al salir de su trabajo. Al parar en el cruce con López Mateos dos mujeres se acercaron a su auto e intentaron abordarlo. Buscó evadirlas, pero la mujer que estaba a su lado le sacó el teléfono celular por la ventana.Guillermo pidió ayuda. En la zona de la glorieta de los Caballos encontró una patrulla de la Policía de Guadalajara, pero los oficiales le dijeron que no podían auxiliarlo porque el robo había ocurrido en Zapopan (aun cuando ya se había anunciado la operación la Policía Metropolitana), y le dijeron que buscara un botón de pánico para que le enviaran una unidad de ese municipio.Sobre López Mateos encontró una cámara del C5 y presionó el botón, sin embargo, nadie le respondió. Pensó que no servía y tras conducir varios metros encontró otra cámara, pero esta no tenía botón.“Encontré a una policía de Zapopan, pero por suerte. Ya me había dado por vencido porque supuse que no iba a conseguir nada con los botones. El hecho de que no funcionen desincentiva el uso, luego de esa experiencia no me quedaron ganas de ir a buscar alguno después de algún robo, prefiero ya no hacer nada”, dijo Guillermo, quien consideró que es necesario que las autoridades implementen una campaña de socialización del sistema de alerta mediante la que se den a conocer dónde están los botones de pánico y cómo funcionan.Dichos dispositivos se encuentran subutilizados, pues de acuerdo con información de la Coordinación General Estratégica de Seguridad, si se compara el número de veces que fueron emitidas alertas de incidentes de seguridad mediante éstos en 2019, la cifra es menor que las realizadas en sólo tres meses de 2018.Mientras que en 2019 se registraron dos mil 790 alertas, de septiembre de 2018 (cuando se implementó la estrategia de los botones de pánico) a diciembre, se reportaron siete mil 373, según información de la Fiscalía estatal emitida a través de Transparencia. Sin embargo, la dependencia no especificó el desglose de las activaciones y sólo refirió que en uno o más casos los reportes podrían referirse a una sola emergencia. Lo anterior representa una disminución de al menos 62 por ciento.De acuerdo con la Coordinación General Estratégica de Seguridad, los mil 500 botones de pánico contemplados en el proyecto inicial del Escudo Urbano C5 ya están instalados y de éstos, mil 254 están en funcionamiento, lo cual representa que esos dispositivos de seguridad alcanzaron apenas dos activaciones por cada uno de los equipos en todo un año.Según la Coordinación, una posible explicación es que en 2018, durante la etapa de implementación, se activaron “pruebas” con los botones, las cuales concluyeron en 2019, cuando se regularizó su funcionamiento.La dependencia reconoció que los dispositivos para emergencias no han tenido una socialización intensiva, “lo cual podría explicar también la reducción en las pulsaciones de los botones de pánico”. Para este 2020, añadió, se contempla la implementación de campañas de socialización y concientización sobre el uso correcto de esta tecnología.