“Se supone que iba a empezar mañana, ¿no? Me habían dicho que empezaba el sábado”, preguntó sorprendido Hugo, quien no sabía que desde este viernes el servicio de transporte público dejaría de operar desde las nueve de la noche. “Tengo una hora veinte minutos esperando los camiones”.El hombre se encontraba en el Periférico Sur y Colón, donde lo había dejado de raite un hombre que se compadeció de él y lo llevó hasta ese punto en su camioneta con la esperanza de que ahí sí encontrara camión.“Tengo que ir hasta el Centro ahorita, me voy a tener que ir caminando, nomás traigo diez pesos, un taxi de aquí a lo mejor me cobra unos 60”. Pero en sus cálculos. Dijo que llegaría a su destino a pie en unas dos horas y media.Al parecer, la mayoría de los usuarios de transporte público que abordan en el Periférico Sur habían tomado sus previsiones para tomar su camión antes de las nueve de la noche, pues desde las ocho ya prácticamente estaba desierto aquel lugar. Solo algunos cuantos que descendían del tren ligero, del último que llegó a esa estación poco después de las nueve, esperaban otras opciones, pues la mayoría ya sabía que no habría servicio, como Gamaliel García, quien salió de su trabajo y se decidió a caminar hasta otro cruce para tomar un taxi.“Está bien porque son medidas preventivas por la enfermedad, pero se precipitan porque a la gente la dejan sin camiones. Hubieran dicho, del sábado en adelante, que todo va a cerrar, pues ya no hay, pero hoy, que es viernes y peor, que es quincena, vamos a gastar de más. Hay unos que ahorita les cobran 400 pesos, imagínate, acaban de rayar y dar eso de un jalón”.Tal es el caso de Guillermo, que no encontraba un taxi que respetara una tarifa asequible a su circunstancia, pues para ir hasta su casa en Tránsito le cobraban 250 pesos. “Creo que habían puesto una tarifa, ya no la respetaron”, lamentó.
