La Semana Santa 2023 finalmente ha llegado a Guadalajara, y miles de tapatíos aprovechan estos breves días de descanso para vacacionar en playas, bosques y ríos.Muchos de estos destinos populares se abarrotan por la temporada, de modo que si buscas un lugar donde no haya tantas personas, puedes checar los siguientes seis destinos que se encuentran próximos a la ciudad de Guadalajara, y que por su distancia, acceso y naturaleza misma no son conocidos por cualquiera. Son una especie de albercas de aguas cálidas que penden a un costado de los barrancos de mezquites de Huentitán. Se encuentran en el tramo de la Barranca entre las colonias de La Jalisco y Nuevo Israel. Se puede llegar por todo Periférico Norte en carro e incluso en transporte público, pero es necesario una caminata próxima a la media hora, con cierto grado de dificultad, para descender a las albercas. No son aguas termales, y su temperatura es refrescante. La vista es asombrosa, con todo el verdor de la Barranca y sus precipicios por la mañana nublados. Se recomienda arribar temprano. Es posible acampar. Un poco más lejano de la Zona Metropolitana, se encuentra El Encanto. Exclusivamente familiar, para llegar aquí es necesario un coche, pues no hay transporte público. Terminado el estacionamiento, es necesario descender por una escalinata extensa, de más de cien escalones. El lugar cuenta con restaurante, mesas y asadores para rentar, y sus respectivos baños. Las aguas no son termales, pero del mismo modo su temperatura es la indicada para un día de calor. Es posible acampar, y si este es el caso, ir preparado porque las noches en la intemperie son frías. Para los amantes de la naturaleza y de las caminatas largas, las cascadas de Huaxtla son el destino idóneo. A una hora de Guadalajara, es un recorrido que implica tiempo, paciencia y fuerza física. Sólo puede llegarse por medio de coche, e iniciar una caminata de cerca de una hora a las cascadas. No es un lugar equipado, sino una experiencia directa con la naturaleza más viva, y que ya no se encuentra en la metrópoli. El lugar se presta para el senderismo, el campamento, y el rapel. La visión del agua corriendo, después de la caminata, es una recompensa. Las aguas de las cascadas son heladas y profundas. Se recomienda ir temprano, pues todo el viaje requiere tiempo. En su recorrido inmenso, la Barranca de Huentitán atraviesa varios rincones de la ZMG; cerca de Zapotlanejo, en sus últimos cañones, la Barranca esconde un paraíso desconocido e inaccesible. Las Cascadas de la Llorona son un ojo de agua cálida y cristalina en el fondo de la Barranca. Nada tiene que ver con el Río Santiago y sus aguas sucias: las Cascadas de la Llorona son un Edén en los precipicios de Guadalajara. Es quizá uno de los lugares más difíciles en esta lista, puesto que para llegar a las cascadas es necesario bajar toda la Barranca a través de un camino sinuoso y peligroso, que puede tomar casi dos horas, más la respectiva subida. Pero finalizar el recorrido es sin duda algo que vale la pena. Aquí podemos encontrar el río de aguas termales más profundo de Jalisco: en ciertas secciones del mismo es posible incluso lanzarse clavados. Es una versión más grande, dinámica y divertida del río caliente de la Primavera. Se puede acampar. El agua es cálida, propicia para pasar un día relajado y sin complicaciones. El río está rodeado a ambos lados de árboles frondosos y montañas silenciosas. Finalizando la lista, tenemos el lugar más lejano, pero también el más bello. Próximo a las 3 horas de distancia, las Cascadas de Comala son un remanso de paz que parece pertenecer a un mundo distinto. Es un recorrido de tres cascadas, cada una distinta a la anterior, cada una con sus características y ámbitos únicos, que nos adentra a una experiencia inolvidable con la naturaleza misma. Es un encuentro con árboles antiguos, animales solitarios, el fluir del agua, y pueblos atónitos y floridos entre montañas inmensas. La ciudad, de pronto, es un mundo lejano e inhóspito. El agua de Comala es fría, profunda, y las cascadas han creado pozas, senderos entre las piedras y riachuelos que convergen en charcos infinitos. Se recomienda llegar temprano y con tiempo, y no visitarlo en épocas de lluvias, pues el torrente se intensifica y se desborda. Es posible acampar y practicar rapel. A la ciudad han llegado ya los días largos y cálidos de la primavera. FS