El pasado 2 de octubre, Luis caminaba en la zona comercial de Puerta de Hierro cuando de repente escuchó una ráfaga de balazos a pocos metros. Primero asoció los ruidos con los “truenos de cuando pasa la Virgen”, pero segundos después se dio cuenta de que eran detonaciones de arma de fuego y se tiró al suelo. Un empleado de una cafetería gritó a todos que se resguardaran en el comercio. Era domingo, el día que más familias acuden al lugar. “Como ciudadano no sabes qué hacer. Se oían las balas arriba de los vitrales del local de café, fue impresionante, fueron minutos de balazos”, compartió.Su caso no es el único. Cada vez es más frecuente que los ciudadanos escuchen o presencien este tipo de eventos en sitios públicos o cerca de sus hogares. En el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG), el 36.3% de la población de 18 años y más escuchó o vio “disparos frecuentes con armas” en los alrededores de sus viviendas, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), elaborada por Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).A nivel nacional, el promedio fue de 36.6% de los habitantes, siendo la cuarta conducta más frecuente percibida como delictiva o antisocial. En primer lugar está el consumo de alcohol en las calles, seguida de los robos o los asaltos, así como el vandalismo en las viviendas o los negocios.Según un análisis de México Evalúa, este indicador es alarmante. “Es obvio que el número de armas en circulación supera por mucho a las legalmente registradas por la autoridad federal. Esto preocupa, pues evidencia que el país tiene un grave problema de circulación de armas a través del mercado negro”.Anoche hubo una balacera en Coyula, Tonalá, tras la cual resultó herido un elemento de la Policía Metropolitana. El pasado martes 11 de octubre, el reporte de una balacera de la colonia Alameda de Zalatitán (Tonalá), movilizó a las autoridades municipales. Según información brindada, el tiroteo fue entre tripulantes de dos autos en el cruce de las Avenidas Matatlán y Zalatitlán.El 36.3% de la población que habita en el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) escuchó o vio “disparos frecuentes con armas” durante el tercer trimestre de este año, de los cuales, el porcentaje fue más elevado en Tonalá y Tlaquepaque, con 51.8 y 49%, respectivamente, según un análisis del Instituto de Información Estadística y Geográfica de Jalisco (IIEG).Ambas demarcaciones se encuentran en la posición 18 y 19 a nivel nacional, respectivamente, en relación a las ciudades o alcaldías con el porcentaje más alto de población que ha escuchado o presenciado tiroteos, de acuerdo con lo documentado en la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU).De julio a septiembre de 2022, los habitantes del Área Metropolitana de Guadalajara cambiaron sus hábitos por temor a sufrir algún delito: el 66.4% de las personas dejó de llevar cosas de valor, el 58.5% ya no camina de noche en alrededores de su vivienda y el 52.3% no permitió que sus hijos menores salieran de casa.Este medio publicó en junio pasado que la campaña de canje de armas que lleva a cabo la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) registró resultados adversos en Jalisco durante la última década. Mientras en 2011 se obtuvieron 530 armas largas y cortas en la Entidad con la implementación de esta estrategia de desarme voluntario de ciudadanos, en 2020 y 2021 no se reportaron entregas. De julio a octubre de este año hay, al menos, diez tiroteos registrados en sitios públicos de la metrópoli, según una revisión hemerográfica.De estos eventos, siete han sido en octubre de 2022: tres en la zona comercial de Puerta de Hierro, uno de la colonia Auditorio, uno en Tabachines y otro más en la Colonia Lomas del Bosque (todos en Zapopan), además de la agresión del pasado viernes en un restaurante de la Colonia Providencia, en Guadalajara.De julio a septiembre se documentaron balaceras en la Colonia Alamedas de Zalatitán, en Tonalá; en el fraccionamiento Las Lilas, en El Salto, y en la Colonia La Cofradía, en Tlaquepaque.Una de las principales debilidades al respecto, de acuerdo con un análisis realizado por la organización México Evalúa, es que el país tiene pocas capacidades institucionales para ejercer el control de armas de fuego, sin las cuales la violencia ocasionada por ellas no alcanzaría los niveles actuales. CT