En menos de una semana han asesinado a tres policías municipales en el Estado. El último de los casos fue el de un agente del municipio de Villa Guerrero, quien fue reportado como privado de la libertad durante las primeras horas del miércoles pasado; sin embargo, su cuerpo fue encontrado al mediodía en una brecha que conduce al poblado Loma Encantada en la Carretera Quitupan-La Cofradía.En la presente administración estatal han sido asesinados al menos 103 policías en funciones en Jalisco, de los cuales 60 han sido agentes municipales. Lo anterior, sin contar los homicidios de ocho ex policías, así como la desaparición de otros 17 elementos, de quienes actualmente se desconoce su paradero.El analista e investigador en materia de seguridad y corporaciones policiales, Daniel Gómez-Tagle, señala que los policías municipales suelen ser mayormente asesinados porque son ellos quienes tienen el primer acercamiento con las situaciones de inseguridad, además de ser el primer contacto con la ciudadanía por tratarse de corporaciones civiles.Explica que los agentes en Jalisco han tenido un buen rendimiento respecto de las estrategias. Y que, si bien sus resultados pueden mejorar, es necesario que se les dote de mayor capacitación y equipamiento, para saber cómo reaccionar ante las distintas situaciones que enfrentan, que suelen ser un tanto distintas a lo que aprenden durante su formación.“Si bien los asesinatos de policías son una afrenta directa al Estado, la mayoría de los casos pasan desapercibidos. Además, la mayoría de estos asesinatos quedan impunes”, señala, por su parte, la organización Causa en Común en su informe “Ser policía en México”. De acuerdo con la organización Causa en Común, además de estar desprotegidos, mal pagados y equipados, abandonados por el Estado, con jornadas extenuantes y capacitaciones exprés, los policías enfrentan día con día un altísimo riesgo de ser asesinados.Según el conteo de asesinatos que llevan a nivel Nacional, en los últimos cinco años han sido asesinados un total de dos mil 226 policías y agentes encargados de la seguridad en todo el país, siendo el 2020 el lapso en el que más oficiales fueron ultimados, con un total de 524 agentes.Tan sólo durante 2022 fueron asesinados 403 policías, teniendo al menos un policía asesinado diariamente en promedio. Zacatecas el Estado donde más policías fueron asesinados, con un total de 60 agentes, seguido de Guanajuato con 50. En Veracruz, Michoacán y Guerrero asesinaron a 24 agentes en cada entidad. Jalisco por su parte ocupó el cuarto puesto, con los homicidios de 22 elementos.“Ante este escenario, es cada vez más difícil propiciar e imaginar motivaciones para ser policía en México. Aun así, la mayoría de los policías se esfuerzan por servir y proteger a la ciudadanía”, lamentó Causa en Común en su informe “Ser policía en México”. De los 103 policías que han sido asesinados en lo que va de la administración de Jalisco, la mayoría han sido asesinados en cumplimento de su deber. De acuerdo con datos hemerográficos de EL INFORMADOR, 60 de los agentes se encontraban durante sus labores cuando fueron atacados por sus homicidas.Entre las causas se encuentran enfrentamientos armados, emboscadas y ataques directos, aunque también hay casos en los cuales primero fueron privados de la libertad, para después encontrar sus cuerpos abandonados, como ocurrió con el policía de Villa Guerrero asesinado el pasado miércoles, cuyo cadáver fue localizado en una brecha que conduce al poblado Loma Encantada, de la carretera Quitupan – La Cofradía, en el municipio de Mazamitla.Del total de los casos, otros 29 fueron atacados cuando se encontraban en su día de descanso o durante sus vacaciones, mientras que el resto fue asesinado durante sus traslados, ya sea cuando iban a la comisaría o cuando volvían a casa al salir de turno.El analista e investigador en materia de seguridad y corporaciones policiales, Daniel Gómez- Tagle, explicó que el que en Jalisco los policías sean asesinados mayormente durante el cumplimento de su deber revela que están en situaciones de riesgo más elevadas durante sus jornadas laborales que, por ejemplo, en Zacatecas, donde suelen ser asesinados durante sus descansos.“A las y los policías de Estados como Zacatecas, Veracruz y Guanajuato los cazan fuera del servicio, precisamente porque no están actuando contra el crimen organizado. Eso nos ilustra que en Jalisco se tiene una estrategia diferente a la Federación”, explicó.Señaló que con base en las investigaciones del proyecto Azul Cobalto, iniciativa del propio Gómez-Tagle y nutrida con apoyo de distintos policías , se estima que a los policías se les está asesinando en mayor proporción que la ciudadanía. “La probabilidad de que maten a un policía es 21 veces más alta que un ciudadano normal”. Voz del experto Daniel Gómez-Tagle, analista e investigador en seguridadLos asesinatos de policías han sido una constante pese a que, en marzo de 2019, se aprobó la reforma al Código Penal para castigar con hasta 70 años de cárcel a quienes quiten la vida a personas que desarrollen funciones de seguridad pública.Para el analista e investigador en materia de seguridad y corporaciones policiales, Daniel Gómez-Tagle, es claro que el aumentar las penas no ha sido suficiente. Lo anterior, dijo, porque no sólo se trata de reformar leyes en este sentido, sino que además es necesario que los policías gocen de derechos humanos y condiciones laborales plenos.“Mientras el Estado no respete al ciudadano uniformado la sociedad tampoco lo va a hacer. Ha sido una tendencia general el aumentar los castigos para todos los delitos y eso no cambia la incidencia delictiva”, lamentó.Una propuesta desde la responsabilidad de las autoridades, dijo, es establecer una verdadera coordinación institucional, mayormente en aquellos Estados que se encuentran rebasados. “Falta apoyo federal en apoyo a las policías, particularmente a las municipales. Yo creo que, si hay que proponer algo es la mayor coordinación entre las policías municipales y estatales”.Insistió en debe de fortalecerse la capacitación de los agentes ante los riesgos que enfrentan día a día, pues los conocimientos que pueden adquirir en su formación básica no suelen ser suficientes ni proporcionales a la realidad a la cual deben hacer frente. CT