Pese a que las autoridades del Estado han reportado la baja de algunos delitos, como robos a cuentahabiente, robo de vehículo y homicidios, otros tantos como homicidio culposo, trata de personas y feminicidios, han ido al alza.Pero no solo eso, especialistas en seguridad afirman que los hechos violentos también han ido al alza, entre ellos las balaceras y los enfrentamientos que no son registrados en las estadísticas oficiales, ni de la federación, ni del Estado, pues los criminales han visto que la autoridad no ha podido detenerlos, como en el caso también del homicidio del ex gobernador Aristóteles Sandoval Díaz, donde no se la logrado detención alguna de los autores materiales ni intelectuales.El investigador de la Universidad Autónoma de Sinaloa Tomás Guevara, explicó que lo anterior ocasiona que los delincuentes de estos grupos criminales se sientan con poderes que antes no tenían, que pueden confrontar a todas las instituciones y que pueden hacer lo que les plazca, en cualquier sitio, sin consecuencias, como ocurrió ayer lunes en la balacera registrada en la zona de Real Acueducto, en Zapopan.Además, dijo, los criminales han roto los códigos que anteriormente se tenían establecidos, donde se respetaban espacios dónde no actuar y a las personas que no tenían que ver con sus negociaciones o confrontaciones.“Como se ha visto también en Sinaloa, este tipo de actos son para amedrentar, para apantallar a la sociedad civil. Los criminales buscan nuevas formas de llamar la atención y de mostrar su presencia y su vigencia. Estas demostraciones de fuerza como el privar de la libertad a un hombre en una de las zonas más lujosas de Zapopan es lo que los fortalece, pero no se esperaban que les fueran a matar a uno de los suyos, la forma en la que se ve cómo lo suben a la camioneta demuestra que ni entre ellos se importan”, añadió el investigador.“Cada vez se persigue menos al crimen organizado, cada vez hay menos decomisos, menos sentencias por temas relacionados con la delincuencia organizada, los resultados son muy pocos pues existe temor por parte de las autoridades en ir en contra de ellos. Por este tipo de situaciones se les hace muy fácil llevar a cabo este tipo de actos, se les hace más fácil que los prive de la vida algún rival a que los detengan y paguen por lo que hacen”, expresó por su parte el coordinador de la organización México SOS capítulo Jalisco, Anuar García.El académico de la Universidad de Guadalajara, Fernando Espinoza de los Monteros, añadió que la impunidad por parte de las autoridades además de ocasionar que este tipo de hechos sigan ocurriendo debido a la impunidad que existe por no detener a los responsables, también se ven afectados los empresarios, pues enfrentan después una serie de trámites y gastos para volver a abrir sus negocios.Además, dijo, al ocurrir en áreas comerciales y zonas concurridas, usualmente vigiladas por las autoridades, se envía un mensaje de que el Estado es inseguro, pese a que las autoridades insisten en anunciar la disminución de algunos delitos.LS