Tras el atropellamiento de 16 personas en el área peatonal de Paseo Alcalde el pasado sábado, a las afueras de la Catedral Metropolitana, por un delincuente que previamente robó una camioneta, las cifras oficiales muestran una reducción en el hurto de vehículos, pero un incremento en la violencia con la que se comete este delito.Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, 36% de los nueve mil 415 coches robados en 2022 fueron con violencia (uso de armas de fuego, principalmente). De enero a septiembre de este año, el porcentaje creció a 42% de los cinco mil 516 automóviles raptados.Rubén Ortega, académico de la Universidad de Guadalajara, explicó que los criminales han cambiado su forma de operar, debido a que tienen más fácil acceso a las armas de fuego y de otro tipo. Debido a ello, pueden ejercer miedo y dejar en crisis a las personas asaltadas, quienes se quedan sin reacción para protegerse mientras los criminales ejecutan el robo, se dan a la huida y evitan ser captados por las autoridades.“Teniendo en cuenta que ni los sistemas de videovigilancia pueden localizar de manera inmediata los vehículos, es por eso que han optado por hacerlo así. Además, la burocracia o tardanza para la recepción de llamadas y la emisión de los reportes les favorece”, apuntó.El experto señaló que es responsabilidad de las autoridades municipales y estatales tener mejores estrategias para detener y castigar a las bandas criminales.“En cuanto a la violencia, les corresponde a los cuerpos de seguridad pública el desarticular a las redes criminales”, afirmó. Fuente: Fiscalía General del Estado de Jalisco y entrevista con académico Rubén Ortega. CT