El 1 de junio pasado, dos hombres estaban en los cruces de las calles Adolfo Cisneros y Bartolomé Gutiérrez, en la Colonia Echeverría, cuando fueron agredidos por personas que iban a bordo de un automóvil color blanco, a decir de testigos. Uno de los afectados falleció en ese momento.El 18 de agosto anterior, la Policía informó que un hombre fue asesinado con un arma de fuego en su vivienda. En el lugar estaba su madre cuando entraron dos victimarios y le dispararon.De enero de 2022 a octubre de este año, esta zona tuvo el registro más alto de sucesos violentos con armas de fuego: nueve asesinados y cinco lesionados.La segunda posición fue para la Colonia Del Fresno, en donde hubo siete ejecutados y cinco heridos.Francisco Jiménez Reynoso, académico de la Universidad de Guadalajara (UdeG), enfatizó que el uso de armas en Jalisco y México debe atacarse desde diferentes aristas. “Estados Unidos tiene una gran responsabilidad, porque en más del 90% de los homicidios que se cometen en nuestro país y Jalisco se utilizan armas que fueron fabricadas por ellos. Debe haber un gran control”.Otros puntos del territorio tapatío donde se documentaron más hechos violentos con arma de fuego fueron Santa Cecilia, Oblatos, Heliodoro Hernández, La Esperanza, Lagos de Oriente, Bosques de la Cantera, Lomas del Paraíso y Popular San Martín. *De enero de 2022 a octubre de 2023FUENTE: Policía de Guadalajara Hombres de 25 a 29 años es el perfil de los que más fallecen a causa de arma de fuego, según la estadística de número de defunciones cuya base fue agresión por disparo de arma de fuego; desglosada por sexo, edad y municipio y compartida por Transparencia por el Organismo Público Descentralizado (OPD) Servicios de Salud Jalisco.Según la información, los municipios donde murieron más personas entre el 1 de enero y el 27 de septiembre de este año son Guadalajara (87), Tlaquepaque (63), Zapopan (40), Tlajomulco (37) y Lagos de Moreno (18).Francisco Jiménez Reynoso, de la División de Estudios Jurídicos de la Universidad de Guadalajara (UdeG), destacó que la violencia con armas se ha intensificado a raíz del crecimiento en el tráfico del fentanilo.“Estas drogas que se fabrican en laboratorios, ya no se necesitan aquellas grandes extensiones de tierra como se necesitaban en los años 80 o 90 para sembrar marihuana y cuidar la planta. En un narcolaboratorio de dos metros por tres fabrican el fentanilo con química, ese terreno tan pequeño es suficiente para proporcionar grandes cantidades de fentanilo. Esas son las mismas rutas que a manera de enroque o intercambio utilizan para mandar armas a México”.Jiménez Reynoso puntualizó que debido a que Estados Unidos tiene una sobreproducción de armamento, el resto lo mandan a nuestro país, lo que afecta al Estado. “Ellos saben muy bien que van a llegar a manos de los cárteles”.Por otro lado, el académico compartió una investigación en la que indica que el contexto continental exige cambios de fondo para mejorar nuestra calidad de vida, que se ve amenazada por la venta y tráfico de drogas, que traen aparejada la compra-venta o intercambio de armas de fuego, cada vez más poderosas y de alto volumen de fuego.“Con las que en América (principalmente México) los grupos de la delincuencia organizada son capaces de desafiar a las fuerzas armadas constitucionales, y dar una batalla directa, cuerpo a cuerpo, en la que se aprecia a policías municipales débiles y derrotadas, autoridades estatales en materia de seguridad inoperantes, y autoridades federales de las fuerzas armadas incompetentes. Donde impera la falta de coordinación de los tres órdenes de Gobierno”.También enfatizó que las empresas de armas en Estados Unidos tienen conocimiento del tráfico ilícito masivo hacia México de sus armas.“Se ha documentado de manera extensiva en las noticias, estudios académicos, reportes gubernamentales, revisiones y consultas de Naciones Unidas, y a través de las solicitudes de rastreo que hacen las agencias del orden que encuentran las armas en escenas del crimen. A pesar de toda esta información, no han implementado ninguna medida de política pública para monitorear o disciplinar a sus sistemas de distribución”. En el Censo Nacional de Seguridad Pública Federal presentado el pasado viernes 17 de noviembre, se indicó que en 2022, la Guardia Nacional aseguró mil 424 armas de fuego. Sonora y Jalisco concentraron 50.6% de las armas de fuego aseguradas por las autoridades: 462 y 258, respectivamente. Una tercera parte de los homicidios que se han cometido este año en Jalisco ha sido mediante el uso de pistola. El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública informa que, entre enero y octubre de este año, 717 de los dos mil 101 homicidios documentados fueron con arma de fuego, lo que representa el 34 por ciento. El mismo porcentaje que en 2022, cuando hubo dos mil 651 homicidios y 916 fueron con arma de fuego.En el caso de las lesiones del mismo periodo de este año, solamente en 500 de 10 mil 698 se usó un arma de fuego, alrededor del 5 por ciento. El Plan Estatal de Gobernanza y Desarrollo Jalisco 2018-2024 indica que uno de los mayores desafíos que enfrenta la ciudadanía es la inseguridad, por lo que la prevención social de las violencias y delincuencias es uno de los ejes principales del Estado.“Diversos estudios demuestran que el delito y las violencias están focalizadas en lugares, personas y conductas. Por tanto, las políticas, los programas, los proyectos y las acciones de prevención de la violencia y el delito deberían articularse, a fin de favorecer entornos, situaciones y comportamientos que promuevan la seguridad ciudadana”.Entre las problemáticas detectadas estaba la falta de atención prioritaria efectiva a las necesidades de la población en situación de vulnerabilidad, lo que favorece su persistente victimización y exposición a fenómenos violentos y delictivos. Además, la escasa promoción de espacios comunitarios que favorezcan la convivencia segura, democrática y libre de niñas, niños, adolescentes y personas adultas, así como escasos mecanismos de colaboración entre diversos actores municipales, estatales y federales para la planeación, implementación, monitoreo y evaluación de políticas, programas, proyectos y acciones públicas de seguridad ciudadana y prevención social de las violencias y la delincuencia. La Comisaría de la Policía de Guadalajara informó por Transparencia que de enero de 2022 a octubre de 2023 atendió seis mil 757 emergencias por incidentes relacionados con fallecidos o lesionados por arma de fuego. Si se divide entre los 669 días transcurridos en ese periodo, da un promedio de 10 atenciones al día. En el último informe del Gobierno municipal, se puntualizó que las acciones y estrategias que realiza la Comisaría de Seguridad Ciudadana de Guadalajara están encaminadas a proteger la vida, así como el patrimonio de las personas que viven y visitan la ciudad. “Durante la presente administración, se han realizado nueve mil 646 detenciones”. Asimismo, indicaron que como parte de las acciones para el control del delito, en dos años de gobierno lograron sacar de circulación 391 armas de fuego, 104 armas de utilería y dos mil 157 cartuchos de diversos calibres. Este medio publicó que el Centro de Coordinación, Comando, Control, Comunicaciones y Cómputo de Jalisco, conocido como “Escudo Urbano C5”, tenía que entre enero y septiembre de este año las colonias que acumulan la mayor cantidad de reportes por balaceras eran Miravalle y San Andrés en Guadalajara. Por otra parte, Hacienda Santa Fe y Villa Fontana encabezan la estadística en Tlajomulco. El Vergel destaca en Tlaquepaque, mientras que en Zapopan, Lomas de Tabachines. En Tlaquepaque, la Colonia Guayabitos fue la que lleva más fallecidos por arma de fuego este año, con 11 homicidios, seguida del Cerro del Cuatro, con nueve homicidios por arma de fuego, y Las Juntas, con seis muertes, reportó la Unidad de Transparencia.Sobre lesiones por arma de fuego, encabeza Las Huertas con siete; San Pedrito con seis; y El Vergel con cinco. El Artículo 205 del Código Penal de Jalisco indica que se impondrán de tres meses a dos años de prisión al que dispare sobre alguna persona un arma de fuego; y ataque a alguien de tal manera, que en razón del arma empleada, de la fuerza o destreza del agresor o de cualquiera otra circunstancia semejante, ponga en peligro la vida o la integridad física del agredido.“Cuando por el número de disparos o la prolongación del ataque grave haya base lógica para presumir que la intención del activo fue la de privar de la vida o salud al ofendido, se aplicarán las sanciones correspondientes a la tentativa de homicidio o de lesiones según el caso”, establece. CT