Este domingo dos hornos crematorios clandestinos fueron encontrados por familias en búsqueda de sus seres queridos al interior de una finca de la colonia Las Pintitas, en el municipio de El Salto, Jalisco.Integrantes del colectivo “Guerreros buscadores de Jalisco” encontraron también dentro del predio al menos siete puntos positivos, donde en su interior se hallaron restos humanos emplayados con bolsas de plástico negras.La Fiscalía de Jalisco solo informó que “el sitio se encuentra en procesamiento”, sin brindar más detalles sobre el inmueble, donde las familias denunciaron el hallazgo de dientes y restos óseos calcinados, además de bidones y algunos recipientes.Este es al menos el tercer hallazgo del tipo documentado en Jalisco desde agosto del año pasado, cuando en medio de la búsqueda de los cinco jóvenes plagiados en Lagos de Moreno, las autoridades dieron a conocer, el día 21 de ese mes, sobre un horno clandestino encontrado en El Sabino, en Lagos de Moreno.El 15 de octubre, también del año pasado, madres buscadoras hallaron otro crematorio improvisado ilegalmente en un predio ubicado en Vía Manzanillo de la colonia Francisco Silva Romero, en el municipio de Tlaquepaque.“Aquí es, aquí es. Todavía está caliente. Todo estos son huesos, son huesitos, miren, estos son huesos de cráneo”, dijo una de las mujeres durante la transmisión en vivo el día del hallazgo.Y aunque colectivos han denunciado que esta situación ya había sido registrada con anterioridad en el municipio de Teocaltiche, el hallazgo de hornos clandestinos no solo se ha documentado en Jalisco pues, por ejemplo, un caso similar se dio en Mexicali el 13 de octubre, solo dos días antes del caso de Tlaquepaque. Varias decenas de huesos calcinados, y horno clandestino, fueron encontrados en una jornada de búsqueda por colectivos en un rancho abandonado ubicado en las inmediaciones de la Colonia Ladrillera, en las cercanías del poblado de Los Algodones.Al respecto Jorge Ramírez Plascencia, integrante del Comité Universitario de Análisis en Materia de Desaparición de la Universidad de Guadalajara (UdeG), consideró que si bien ha sido histórico el hecho de que los criminales usan distintos métodos para desaparecer por completo a sus víctimas (como por ejemplo, el uso de ácidos), el uso de esta modalidad, recientemente puede ser considerado como una respuesta al repudio social por el fenómeno de la desaparición y la lucha de las familias en búsqueda.Sin embargo, con esta réplica adversa los criminales no solamente demuestran su poder respecto de la problemática de la desaparición, sino que también, a través de esto, recrudece la crisis, pues dificultan no solo la labor de las familias que buscan por sus propios medios a sus seres queridos, sino también a las autoridades por lo complejo que es analizar e identificar huesos en calcinamiento.“No hay que descartar que ahora estén usando esta práctica de manera más intensiva, que está generalizando, probablemente también ante el hecho de que hoy día hay una mayor intolerancia social respecto de las desapariciones, y que ante esto el crimen organizado esté recurriendo a otros métodos. Da la impresión también que es un método mucho más agresivo para desaparecer a las víctimas como evidencia de sus crímenes”, lamentó Ramírez Plascencia.El especialista también señaló que ante estos hallazgos es momento de que las autoridades tomen su responsabilidad en la tarea de identificar estos espacios, y de garantizar que las ladrilleras de la Metrópoli, así como crematorios privados, operen legalmente y se garantice un control sobre su uso, descartando así la incidencia del crimen organizado en estos sectores.Sin embargo, resaltó, la obligación principal de las autoridades es identificar a los grupos criminales responsables de la desaparición de personas para detener desde el origen la cadena de las desapariciones, pues de lo contrario los criminales seguirán desapareciendo, asesinado, incinerando y ocultando a sus víctimas en impunidad plena.NA