El pasado 16 de marzo, un alumno de la Preparatoria 13 de la Universidad de Guadalajara (UdeG) fue víctima de una extorsión telefónica que lo volvió parte de un secuestro virtual. Alrededor de las 13:00 horas de ese día, el joven recibió una llamada de presuntos miembros de la delincuencia organizada. Con palabras violentas, le pidieron hacer lo que le pedían o de lo contrario le harían daño a su familia. El joven tuvo miedo y cumplió con todo lo que le indicaron. De esta forma lo aislaron y lo incomunicaron. Le sacaron el número de su madre y a ella le hicieron pensar que habían plagiado a su hijo. Le pidieron una transferencia de 200 mil pesos para “liberarlo”. En su desesperación, la madre fue a la prepa y se acercó a un grupo de policías tapatíos que en ese momento realizaban un taller preventivo en el plantel, ubicado en la colonia El Sauz, en Guadalajara. Les narró lo que había ocurrido. Los oficiales pusieron en marcha un operativo en el participó un helicóptero de la dependencia y el personal del sistema de videovigilancia del municipio. Gracias a estas acciones encontraron al estudiante en la glorieta de los Niños Héroes, en la zona de Chapultepec. El engaño fue frustrado. El afectado contó que mientras se movía por diversos puntos de la Zona Metropolitana de Guadalajara, asustado y confundido, pidió ayuda a una mujer. Sin embargo, al verse sorprendida por la presencia del joven, le roció gas pimienta en la cara. Si bien este caso terminó sin golpear la economía de esa familia, hay otros en donde los delincuentes sí logran sacar dinero a las personas amenazadas. Por ejemplo, Juan Francisco perdió 50 mil pesos por “rescatar” a su hija. Los criminales le llamaron cuando ella salió de su domicilio en la mañana, con rumbo a su trabajo. Le dijeron datos reales sobre ella y lo amedrentaron. Lo sacaron de su domicilio y lo llevaron a una sucursal bancaria cercana al Parque Metropolitano, en la colonia La Estancia. Después de que hizo el depósito en la ventanilla le colgaron. Juan Francisco se dio cuenta que había sido estafado cuando su hija le marcó a su celular para decirle que estaba bien, atendiendo pacientes en el hospital en el que hacía su residencia médica. Según MIDE Jalisco, esta práctica va al alza, pues entre enero y diciembre de 2023 se documentaron 480 denuncias por extorsiones telefónicas. En 2019, antes de la emergencia sanitaria por el COVID-19, hubo 377. Ante este tipo de situaciones, la Fiscalía estatal, la Policía Cibernética y la Secretaría de Seguridad de la Entidad mantienen una campaña para dar a conocer a la ciudadanía la forma en la que operan los delincuentes. Indicaron que los menores de edad y los adultos mayores son los sectores más vulnerables. Explicaron que además de amenazar con lastimar a familiares, los extorsionadores piden a la víctima que apague su teléfono para evitar que pueda comunicarse con alguien más. En ocasiones la obligan a comprar otro teléfono para tener el control de la llamada. También ingresan a su lista de contactos mediante códigos de seguridad y llaman a sus seres queridos, a quienes chantajean y les exigen altas cantidades de dinero para no atentar en contra del presunto secuestrado. Las corporaciones mencionadas recomendaron colgar de inmediato al recibir una llamada de este tipo, sin importar las razones que escuche el receptor, identificar el número y reportarlo al 33 3662 2368 o a la línea de emergencias 911, donde recibirán instrucciones para corroborar que su familiar se encuentra fuera de peligro, ya sea a través de operativos de campo o geolocalización. En caso de ser víctima de este delito, se recomienda hacer la denuncia correspondiente, de modo que se aporten datos que ayuden a la desarticulación de bandas dedicadas a este tipo de ilícitos, así como al 089 de manera anónima para identificar las líneas que se usan para extorsionar.