Javier, un contratista en sistemas eléctricos de 46 años de edad, “volvió a nacer” gracias al trabajo integral de especialistas de la Unidad de Quemados del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco. Estuvo a punto morir tras electrocutarse en la vía pública.Después del accidente fue trasladado al Centro Médico Nacional de Occidente (CMNO), donde permaneció 42 días en cuidado intensivo por parte de un equipo médico integral, cuyo trabajo evitó, entre otros riesgos, la amputación del brazo izquierdo por la extensión y la profundidad de las lesiones.“Tuve un accidente mientras estaba trabajando en un poste, cuando tuve contacto con un cable de 23 mil voltios. Me desmayé y quedé colgado a una altura de 12 metros. La corriente seguía y abajo había luz trifásica, así que era muy difícil bajarme”.Pablo González Hernández, jefe de la Unidad de Quemados, encabezó los trabajos y explicó que el paciente fue evaluado de manera minuciosa y se pasó a diversos tratamientos, como el de cristaloides, reanimación hídrica, aseo quirúrgico y limpieza de la piel lesionada.Las quemaduras que sufrió se extendieron en varias partes de su cuerpo; incluso, creyeron que podría perder extremidades, pero “gracias a una técnica de aseos quirúrgicos seriados bajo anestesia se logró que hubiera una integración del 99 por ciento de los injertos colocados”.“Cuando vimos que estaba en condiciones, lo egresamos de este servicio para continuar con nosotros, pero en procesos de rehabilitación para que pueda retomar su vida”, detalló el experto, quien mencionó que el CMNO tiene una de las Unidades de Quemados más importantes del país porque cuenta con alta tecnología para atender lo que se denomina “grandes quemados”, porque cerca de 300 provienen cada año de diversas regiones del país cuando se presenta algún tipo de catástrofe.“Hablamos de personas que tienen lesiones de segundo o tercer grado en áreas como el rostro, el cuello, el área perineal o de grandes y pequeñas articulaciones. Lo mismo que de pacientes con más del 20 por ciento de superficie quemada… incluso, el 100 por ciento”.Para él y su equipo, integrado por cirujanos plásticos reconstructivos, médicos internistas, intensivistas, rehabilitadores, anestesiólogos, psicólogos, nutriólogos, terapistas físicos y enfermeras, es una enorme satisfacción egresar con éxito este tipo de casos.Javier agradeció a los directivos nacionales y locales del IMSS porque gracias a sus gestiones se cuenta con equipo, personal e insumos para atender a pacientes como él, quien gracias al trabajo de los especialistas pudo volver a casa con su familia. “El IMSS es lo máximo. Yo digo que mi padre y mi madre me dieron la vida el 11 de agosto de 1975, pero se me volvió a dar el 20 de octubre (de 2021)”.OA
