Empresario deportivo, financiero, inmobiliario y comerciante es el perfil de Salvador Quirarte Villaseñor. Fue factor fundamental para lograr el regreso del beisbol profesional a Jalisco.Nació el 18 de enero de 1966 en Guadalajara, pero desde muy pequeño sabía que quería ser empresario deportivo. Comenzó a trabajar a los 17 años vendiendo zapatos a las secretarias que laboraban en el Ayuntamiento de Guadalajara, mientras estudiaba la carrera de Contaduría Pública. “Yo vendía zapatos de mujer, que eran de los que se fabricaban mucho en Guadalajara, con compañeras de trabajo, amistades y diferentes personas”, recordó. Una vez terminada su carrera se asoció a Fintegra, una arrendadora cuyo cliente principal es el sector Gobierno.“Es un nicho muy especializado y hay que saber cómo saber financiar al Estado, porque si no sabes cómo hacerlo el día de mañana tendrás problemas de cartera vencida, tienes más riesgos y limitantes”, afirmó.Además de la empresa de financiamiento, Salvador Quirarte también incursionó en el negocio de tiendas deportivas que se ubican en los aeropuertos y algunos destinos turísticos del país.Sin embargo, una de sus grandes pasiones es el beisbol, deporte al que se ha dedicado en los últimos años.“Desde niño fue una pasión porque mi papá me llevaba a ver a los viejos Charros al Estadio Tecnológico y siempre me llamó la atención el poder ser un empresario deportivo”, comentó.De ahí surgió la idea e invito a otros socios como Armando Navarro y varios más. Después, Jorge Aristóteles Sandoval en su calidad de gobernador del Estado dio todas las facilidades para revivir al beisbol en la ciudad.Fue así que en el 2014 comenzó a buscar una franquicia para traer a Guadalajara, mientras que el Gobierno del Estado apoyaba con el estadio.“Fui a Sonora con un amigo, Juan Manuel Mancilla, que era amigo de los señores Mazón que son los dueños de los equipos de Naranjeros y ellos me vincularon con el presidente de la Liga Mexicana”. En ese momento la franquicia de Guasave tenía problemas económicos y entonces la tendría que mudar de ciudad. Había dos alternativas: Guadalajara y Tijuana.“Los invité a hablar con el gobernador para que vieran que era verdad, entonces el gobernador nos recibió en silla de ruedas porque había tenido un accidente y después de esa plática se dieron las cosas”, recordó.El acuerdo de compra venta se realizó el 8 abril del 2014 y en seis meses se hizo la remodelación del Estadio de Beisbol, que se inauguró en octubre del 2014.A los dos meses de haber comprado la franquicia, Quirarte Villaseñor tuvo un accidente que lo llevó al hospital 15 días y lo dejó tres meses en cama, pero eso no impidió que continuara adelante con el proyecto. Desde la cama tendría que operar un equipo que no existía y de una afición que estaba dormida.“No había nada, desde ahí se fue construyendo todo, yo veía los planos del estadio, el equipo y los patrocinadores”, recordó.Los Charros de Jalisco fueron un parteaguas en el beisbol de la ciudad, crearon una nueva afición, además de la derrama económica que generan para la ciudad. Uno de los grandes logros fueron los tres eventos más importantes del mundo del beisbol, que se hicieron en el Estadio de los Charros.Su gestión ante las grandes Ligas y la Confederación de Beisbol Profesional del Caribe fue fundamental para atraer dos grandes eventos de beisbol a nivel internacional: El Clásico Mundial 2017 y la Serie del Caribe 2018.Derivado al éxito de estos eventos, Jalisco albergó gracias al apoyo de la Confederación Mundial de Beisbol y Softbol y a su presidente Ricardo Fraccari el torneo preolímpico de beisbol para la clasificación de los equipos que participarón en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.También trajo de regreso a Jalisco el Basquetbol con la creación del nombre y club, Astros de Jalisco. Durante su larga trayectoria Salvador Ramíro Quirarte Villaseñor ha recibido muchos reconocimientos.En 2018 fue merecedor del Premio Nacional de Mérito Deportivo 2018 de manos del ex presidente Enrique Peña Nieto.Desde niño fue una pasión porque mi papá me llevaba a ver a los viejos Charros al Estadio Tecnológico y siempre me llamó la atención el poder ser un empresario deportivo”