Habitar espacios rodeados de naturaleza tiene implicaciones positivas tanto a la salud física como mental de los seres humanos, aseguró Héctor Rubén Bravo Andrade, jefe del Departamento de Clínicas de la Salud Mental de la Universidad de Guadalajara.Explicó que el tener contacto con plantas, y espacios donde abunda vegetación como zonas boscosas e inclusive parques en medio de las áreas urbanas puede tener implicaciones positivas en la reducción de cortisol, la hormona que se libera en el cuerpo como respuesta al estrés.“Es benéfico para la salud mental, hay un efecto positivo, mucho más si por ejemplo caminamos en el bosque, en el parque, si estamos en contacto con la naturaleza, eso y el ejercicio físico, el contacto con la naturaleza es benéfico, incluso tener plantas y cuidarlas”.Precisó que la psicología ambiental se encarga del estudio del comportamiento humano con base en su relación con el medio ambiente que lo rodea, lo que ha generado distintos estudios académicos en los que se ha demostrado los beneficios que causa en la población el estar en contacto con un entorno natural.Explicó que algunas de las mejoras en la calidad de vida se pueden percibir en la reducción de la morbilidad, con personas que suelen enfermarse menos cuando están en contacto con la naturaleza, además de que incide en el control de peso y salud cardiovascular.Apuntó que el combinar la visita de espacios naturales con actividades físicas por sí solo genera beneficios a la salud mental.En el aspecto mental y emocional, convivir con la naturaleza ayuda a escucharnos a nosotros mismos; es decir, los colores y sonidos de la naturaleza estimulan la abstracción y facilitan la meditación. Por eso, nos ayuda a conectarnos con nosotros mismos y reflexionar.Además, aumenta la autoestima y el autocontrol. Realizar una actividad física de al menos cinco minutos en un entorno natural, incluidos parques urbanos, mejora el ánimo y la autoestima. Asimismo, el contacto directo con la naturaleza contribuye a aumentar el rendimiento y a potenciar el control de la disciplina y los impulsos propios. También, incrementa la concentración; es decir, las actividades al aire libre ayudan a distraerse y relajarse; además, está comprobado que en una mente relajada no hay lugar para el estrés. Gracias a ello, la gente puede concentrarse mejor en sus tareas cotidianas. Diversos expertos han expresado que mantenerse alejado de la naturaleza ocasiona que el ser humano desarrolle una deficitaria o patológica relación con el entorno en el que convivimos; lo anterior se debe a que en la actualidad las personas llevan un estilo de vida alejado de los espacios naturales, que son sustituidos por entornos urbanos o virtuales. Esta falta de contacto directo con la naturaleza hace que se tengan más problemas relacionados con el estrés o la ansiedad y empeora el sistema inmunológico.Médicos señalan que la falta de concentración, la ansiedad, el estrés y la irritabilidad son signos claros de que se necesita una recarga de naturaleza. Además, las enfermedades respiratorias se agravan en los entornos urbanos. Otros signos o consecuencias de este trastorno son la obesidad, el asma, la hiperactividad o la falta de vitamina D. Diversos estudios académicos han demostrado que pasar tiempo en contacto con la naturaleza mejora la calidad de vida de las personas desde un ámbito físico y mental.Acorde con un estudio publicado en 2019 por la revista “Scientific Reports”, las personas que habían pasado 120 minutos en la naturaleza durante la semana anterior fueron mucho más propensas a reportar buena salud y bienestar en comparación con aquellas no estuvieron expuestas a la naturaleza, “incluidos los adultos mayores y las personas que tienen problemas de salud persistentes”.En 2018, la revista científica “ScienceDirect” reportó que, con base en 143 estudios revisados, el contacto con los espacios verdes reduce significativamente los niveles de cortisol salival, un indicador fisiológico del estrés, además de que también parece reducir el riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y muerte prematura.Asimismo, la revista “National Geographic” reveló que la interacción con la naturaleza está comenzando a ser reconocida como una forma de mejorar la salud mental en urbes con una gran población, para que este fenómeno pueda ser adherido como un punto de partida en la planeación urbana.Sin embargo, se señaló que es difícil cuantificar los beneficios de una manera que resulte útil para el desarrollo de las ciudades.Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su publicación “Naturaleza, biodiversidad y salud: Una descripción general de las interconexiones”, advirtió que procesos como el cambio climático y la pérdida de la biodiversidad contribuyen a generar amenazas a la salud humana.Se especificó que la degradación del medio ambiente y la lejanía de las zonas urbanas de espacios naturales generan conflictos en las dinámicas interpersonales, además de que se pierden oportunidades de promoción a la salud. Ante una dinámica social en la que cada vez pasamos más tiempo frente a las pantallas, en oficinas y espacios cerrados, te dejamos algunas recomendaciones para encontrar calma en la naturaleza.CT