Desde el fin de semana pasado Marina, que vive en la colonia Chapalita Inn, se quedó sin agua. Aunque volvió el martes siguiente, solo duró un día y con presión baja.“Leímos que iba a haber recortes de agua por bajos niveles en la presa, y es lo único que nos menciona la gente del SIAPA, pero nuestra colonia no aparece con corte. He marcado desde la semana pasada para ver si nos tienen respuesta, por lo menos saber si ya tienen en ruta para venir a revisarlo, y dicen lo mismo”, compartió.No es la única, pues al menos otras 30 colonias, según recabó un sondeo de este medio, se encuentran en la misma situación, pese a que no se encuentran en el plan de redistribución del Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) por los bajos niveles en el sistema Acueducto Presa Calderón.El director del organismo, Carlos Enrique Torres Lugo, aseguró que esa falta de suministro en puntos fuera de los anunciados se debe a obra pública ajena al SIAPA, pero tampoco ha habido soluciones para los afectados, quienes han tenido que comprar pipas de agua o usar agua de garrafones.José Antonio Gómez Reyna, investigador del Centro de Estudios Estratégicos para el Desarrollo (CEED), de la Universidad de Guadalajara, afirmó que la falta de agua en la ciudad se debe a una mala planeación e incapacidad técnica.Algo con lo que coincidió Juan Guillermo Márquez, coordinador del Observatorio Ciudadano para la Gestión Integral del Agua.“Para Guadalajara hay tres fuentes de agua: Chapala, pozos y la Presa Calderón, pero esta última da solo medio metro cúbico, así que no debería haber tanta escasez. Sin embargo, también tiene que ver con un problema de densidad de población, pues cada vez hay más gente y menos agua”, dijo Gómez Reyna.Añadió que la construcción desordenada de la ciudad, sin áreas específicas para comercio, industria, agricultura y vivienda urbana, es uno de los problemas, pues se invaden las microcuencas, los pozos subterráneos y otras fuentes de agua.“Los invaden con basureros y torres de departamentos. Es un problema de ordenamiento y de cultura. La densidad de población se incrementa, pero el agua es la misma. Mientras que el SIAPA remata con integrar a Tlajomulco para abastecerlo, añadiendo a toda la gente que vive ahí”, mencionó el investigador de la UdeG.“Otra situación es cerrar la llave para generar presión social y un tema sensible es el agua. Con ello, pueden generar un problema y ofrecer solución ahora que vienen campañas o privatizarla. Una alerta de esto último es quitar el presupuesto y, aquí, el Gobierno del Estado lo disminuyó al SIAPA”, agregó Márquez.Aunque Torres Lugo señaló que los megaproyectos como El Zapotillo serían unas de las soluciones a la escasez a largo plazo, los especialistas coincidieron en que no lo es, pues el Río Verde, que lo abastece, ni siquiera tiene agua aunado a las pocas lluvias.“Así quieran levantar la cortina hasta de un kilómetro, no va a servir porque llueve igual o menos que antes”, dijo Gómez Reyna. “La naturaleza no va cambiar por un proyecto”, sumó Márquez.Sobre los cortes de agua, agregó Gómez Reyna que “no tienen un plan específico porque no avisan cuando comienzan ni cuando acaban, no saben qué hacer en este tipo de situaciones”.NR