Martes, 19 de Noviembre 2024

Carreteras de Los Altos y Macrolibramiento  son las más inseguras para transportistas

Choferes cambian sus hábitos de trabajo debido al aumento de riesgo en las carreteras

Por: Rubí Bobadilla

El aumento de los robos en las carreteras del país ha provocado que elementos de seguridad escolten a los transportistas para evitar que los detengan miembros de la delincuencia organizada. AFP

El aumento de los robos en las carreteras del país ha provocado que elementos de seguridad escolten a los transportistas para evitar que los detengan miembros de la delincuencia organizada. AFP

El gremio transportista coincidió en que, pese a que las cifras oficiales señalan que los robos a unidades de carga pesada han ido a la baja, nunca antes se había vivido en las carreteras tanta inseguridad como en la actualidad. 

Los liderazgos de Integradora de Derechos Convencionales (Indeco) y de la Alianza Mexicana de Organización de Transportistas (Amotac) consideraron que entre las vías más inseguras se encuentran las que van hacia la zona de Altos Norte y la Región Norte de Jalisco, así como las que corren en conexión con Aguascalientes

El Macrolibramiento es otro foco rojo que tenemos, ya se le dijo a la Guardia Nacional, que es la que suplió a la Policía Federal de Caminos. Nos dicen que sí han reforzado las carreteras, pero que es imposible estar en todas”, reclamó Damariz Tapia, coordinadora de Indeco en Jalisco. 

Identificó que la autopista a Tepatitlán también encara esta problemática. “La vía tiene muchas brechas que conducen a distintas rancherías, por las cuales huyen los criminales con facilidad”. Aunque las autoridades les aseguraron que han cerrado varias de ellas, afirmaron que los criminales las vuelven a abrir para escapar con los camiones. 

Eduardo Maldonado, delegado de la Amotac en el Estado, estuvo de acuerdo en que son las vías a Los Altos y Altos Norte las más inseguras, tanto las que son libres como las de cuota. Agregó que han observado que los criminales saben cuando los tráileres pasan cierta caseta para robarles más adelante. 

Indicó que las carreteras que van a Manzanillo son de riesgo. A esto se suman la Carretera a Chapala y el Periférico Nuevo, en el interior de la metrópoli. 

“Las autoridades, estatales y federales, tienen la información de estos focos rojos, y mientras no se hagan las investigaciones pertinentes, estos robos van a seguir contra el transporte de carga”, señaló Maldonado.

Ambos dirigentes lamentaron que los datos oficiales no reflejen los golpes que a menudo dan los delincuentes a los choferes de camiones de carga; sin embargo, subrayaron que pudiera tratarse de la reclasificación de los delitos, puesto que, al robar los camiones, los criminales plagian a los conductores y los abandonan en medio de las carreteras, iniciando así las investigaciones por este ilícito, al igual que en el caso de aquellos operadores que son asesinados tras el hurto. 

Fue el pasado 15 de febrero cuando transportistas en todo el país llevaron a cabo una protesta en distintas carreteras y vías principales para hacerse notar y hacer un llamado, principalmente al Gobierno federal, para exigir mayor seguridad en sus traslados. 

Ese mismo día, el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, los tachó en su rueda de prensa matutina como “oportunistas, corruptos y conservadores”. Aseveró que las manifestaciones buscaban aprovecharse de la coyuntura electoral. 

En Jalisco, el gremio transportista reclamó por esa reacción, pues se acentuó que lo único que se buscaba es que los conductores puedan trabajar con seguridad, sin el miedo de saber si regresarán a casa o no, para estar con sus familias. 

“El Presidente cree que lo estamos atacando, pero no. Estamos exigiendo un derecho constitucional, que es la seguridad, queremos trabajar seguros. Pero para él es más fácil decir que somos oportunistas, que somos vividores, que estamos en su contra por fines políticos. No entiende lo que es vivir con miedo, bajo presión. Aquí nosotros como transportistas ya no sabemos si vamos a regresar, las familias no saben si va a regresar el papá, la mamá, quien sea que salga a carretera, ya no sabemos, porque los asaltos, los robos, se dan en plena luz del día”, enfatizó Tapia. 

Maldonado consideró que el Mandatario, al hacer esas declaraciones, no alcanza a distinguir la importancia que tiene el sector transportista para hacer funcionar todo el mercado en el país, trasladando desde alimentos y medicinas hasta materiales y componentes tecnológicos con los cuales se producen artículos de la vida diaria. 

El Presidente le apostó a una táctica de seguridad que él impuso, retiró a la Policía Federal de Caminos y puso a la Guardia Nacional, que no tiene los mismos conocimientos que la Policía tenía. Dice que nos estamos aprovechando de la coyuntura política, pero lo único que nosotros exigimos es que este partido, o el que sea que venga, brinde las condiciones de seguridad que necesitamos. Ni somos chairos, ni oportunistas; nosotros queremos trabajar y que nos cumpla con lo que tiene que cumplir, eso es todo”, remató.

Chofer narra asalto: “Me encintaron todo”

Ramón Rivera ha trabajado por más de 20 años como transportista de carga. Ha conocido todas las carreteras, desde Yucatán hasta Baja California, pero dijo, nunca había sentido una inseguridad como la que se vive hoy en ellas.

Dijo que en los últimos años ha cambiado su forma de manejar, pues afirmó, si bien los asaltos por parte de los criminales ocurren a cualquier hora, él se siente más confiado manejando durante el día, preferentemente a los rayos del sol. Cualquier viaje que sea después de las 10:00 de la noche, prefiere ya no hacerlo y esperar hasta que amanezca.

A él ya no se la cuentan. Fue en febrero de 2020 cuando fue asaltado y plagiado por el crimen organizado. Eran alrededor de las 4:00 de la tarde, cuando decidió pararse a descansar en un acotamiento camino a Encarnación de Díaz. Algo lo hizo abrir los ojos, y entonces vio delante de él un vehículo con el cofre abierto;  del cual descendió un grupo de hombres portando armas largas.

Supo que no había a dónde correr, le apuntaron y lo obligaron a bajar del tractocamión para después subirlo al vehículo, donde lo encintaron para después abandonarlo a su suerte en un predio despoblado kilómetros más adelante.

“Me encintaron todo. En ese momento tenía coraje, impotencia, pero sólo podía pensar en mi familia. Dije ‘me van a matar’. Yo no sabía lo que me iban a hacer, no sabía a dónde me iban a llevar, sólo escuchaba mucho movimiento. Cuando me tiraron me dijeron que me soltara como pudiera. Y sí, como pude me fui despegando la cinta de las manos hasta que me pude zafar todo”, contó Ramón, quien hoy trabaja para una empresa maderera.

Caminó por varios metros hasta que llegó a una gasolinera a pedir ayuda para una llamada, según contó, y fue ahí donde el despachador le dijo que “era el cuarto de esa semana que sabía que le había pasado lo mismo”.

“Gracias a Dios que no me pasó nada, y yo creo que no me hicieron nada, porque no me resistí. Nunca me opuse ni dije nada, es lo que yo más les digo a los compañeros: cuando pase eso, no se hagan los valientes, no se les pongan al brinco, que se lleve lo que tienen, porque la vida no se las regresa nadie”, contó el chofer en entrevista.

El camión, dijo, nunca apareció, pero hoy no se para en la carretera por nada, y si necesita ir al baño lo hace hasta llegar a una gasolinera o a un parador.

“Quizá no quedé traumado, pero sí arisco. Al principio claro que tenía miedo de salir, pero esta es la vida de los camioneros, es lo que tenemos que aguantar, aunque no deberíamos, debería haber seguridad para no tener que estar pensando que un día podemos salir y ya no regresar. Pero eso sí, siempre hay que salir a manejar alegres, porque si algo nos pasa, que nos pase alegres”, finalizó Ramón y continuó su camino.

Ramón Rivera toma sus precauciones cada vez que debe salir a carretera. EL INFORMADOR/ R. Bobadilla

Encañonan a conductores, se llevan todo, y después los abandonan 

A partir de diversos videos en redes sociales se ha dado a conocer que uno de los modos de operar de los criminales que operan en la autopista que va a Tepatitlán, Jalisco, se ha observado cómo salen “de la nada” vehículos que, al ponerse de frente a los conductores, tratan de impedirles continuar su paso apuntándoles de frente con armas largas.

De acuerdo con agremiados transportistas, este es un modo de operar usual en otras de las vías más peligrosas, aunque también les dan alcance con otros vehículos, principalmente, después de haber pasado las casetas de cobro.

Cuando los camiones se detienen se suben a la cabina y bajan al conductor, pero no lo dejan ir, sino que los plagian para abandonarlos a su suerte metros más adelante.

“Es como si supieran a qué hora va a pasar un camión, como si desde la caseta de cobro avisaran, cuando se trata de una autopista. Saben hasta el tipos de sellos que tiene la mercancía, porque cada mercancía tiene un tipo de sello, ellos tienen el conocimiento perfecto de todo. Lo malo es que aunque la mercancía esté asegurada, o los camiones, el seguro jamás nos va a pagar lo que realmente vale la carga o el camión”, dijo Damariz Tapia, coordinadora de Jalisco de Integradora de Derechos Convencionales, AC (Indeco).

Ambos líderes coincidieron en que, si bien antes preferían cargas importantes de materia prima para la fabricación electrónica, hoy día les da igual asaltar un camión de abarrotes, madera, o cualquier cosa que lleven dentro, e incluso, se roban los camiones vacíos, y nunca más los vuelven a ver, pese a sus grandes dimensiones o a que la mayoría tengan rastreadores GPS.

Explicaron, han identificado que además de vender la mercancía por su cuenta, los camiones son desarmados en su totalidad, ya sea para vender las autopartes en el mercado negro, para vender los metales “al fierro” o para transformarlos en vehículos que sirvan para sus necesidades.

“Se están llevando todo, hasta los camiones más feos o viejos. Aunque traigan las cajas vacías, porque las piezas de los tractocamiones son muy bien vendidas. Ahí también decimos que no sólo es culpa del Gobierno, ¿por qué se venden las autopartes robadas? Porque hay quien las compra. También las personas tenemos la culpa de eso, se compran y piensan que no va a pasar nada, pero ahí están las consecuencias”, dijo por su parte Eduardo Maldonado, delegado en Jalisco de la Alianza Mexicana de Organización de Transportistas AC.

Por último, el líder transportista lamentó que no se tengan cifras oficiales respecto al número de asesinatos de conductores de este gremio, ya que todas las organizaciones de transportistas tienen conteos distintos, pero, añadió, se estima que, a nivel nacional, un promedio de entre dos a tres conductores son asesinados al mes derivado de asaltos a sus cargas.

Transportistas trabajan con el temor de ser asaltados en cualquier momento. EL INFORMADOR/ Archivo

Telón de fondo

Preocupa al sector industrial el aumento de la violencia  

Las empresas en Jalisco gastan parte de sus ganancias para asegurar sus valores y mercancías, dadas las condiciones de seguridad en las que se encuentra el Estado, situación que ha preocupado al sector industrial de la Entidad.

Hace algunas semanas, el entonces titular del Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco (CCIJ), César Castro, quien recién falleció en febrero, se había posicionado ante los robos del transporte de carga que no logran disminuir en cifras reales, lo cual dijo, es preocupante para el gremio debido a las pérdidas que esto representa.

“No es sólo el hecho de que roben las mercancías, sino que también están matando a los conductores, a quienes las trasladan. Los conductores están asustados, van con el Jesús en la boca porque todos los días están propensos a que los asalten”, lamentó Castro Rodríguez.

En tema de mercancías, dijo, los gastos en prevención han ascendido, considerando el seguimiento por GPS, blindajes con custodios privados, aseguramiento de los cargamentos, entre otros, pues señaló, las pérdidas de las mercancías de este sector ascienden a miles de dólares.

Dijo, es necesario aplicar estas medidas ante la falta de coordinación de las autoridades, especialmente la ausencia de la Guardia Nacional en las carreteras, debido a que en caso de un robo o asalto las empresas no sólo tienen pérdida de la mercancía, sino que también deben reponer los recursos robados para dar la cara a los clientes.

Aunque hasta el momento el CCIJ no tiene un promedio de las cifras a las cuales ascienden los costos en prevención y en pérdidas por la violencia vivida en la Entidad, indicó que los gastos son cuantiosos, considerando que se mueven hasta dos embarques diarios en el sector.

Según datos mencionados por la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga  (Canacar), hay 246 robos reportados en el año; Jalisco se ubicó en 2023 en el quinto lugar nacional con mayor número de robos al transporte de carga, la mayor parte de los cuales se registraron en los límites con San Luis Potosí y Guanajuato, así como en la carretera Guadalajara-Manzanillo, en el Occidente del país.

CT 

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones