Luego de que el viernes pasado le robaron la computadora de su coche en la colonia Lafayette, Renata acudió a la agencia automotriz y le cotizaron la reposición —con cables, batería, un faro y mano de obra— en 80 mil pesos.Su auto, modelo 2013, tiene un precio aproximado de 100 mil.En el caso de Clara, a los delincuentes no les bastó con esta pieza: “No se llevaron el motor porque no lo podían. Se llevaron bujías, una parte que cubre el motor, cortaron todos los cables, el filtro del aire, todo, todo”.César, también afectado, como Clara, en la Colonia Americana, tuvo que ir a un taller en el que desembolsó 20 mil pesos y no los 60 mil que le presupuestaron “por la vía legal”.De acuerdo con la Fiscalía, durante 2018 se iniciaron 456 carpetas de investigación por robo de computadoras, principalmente en Guadalajara, Zapopan, Tlajomulco, Tlaquepaque, Tonalá y Zapotlanejo. Entre enero y febrero de este año documentó 95 procedimientos.La dependencia estatal también registró un incremento en el hurto de autopartes en el último sexenio. Por ejemplo, si bien en 2017 apuntaron mil 47 pesquisas por esta práctica delictiva (indicador que ya superaba a los que se anotaron desde 2013), el año pasado cerró con dos mil 412.Carlos Wolstein, del despacho de seguros Wolstein y Asociados, acentuó que este ilícito se ha disparado en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) desde el año pasado.El empresario destacó que las autoridades deben frenarlo, pues las aseguradoras “difícilmente” le entrarán a este tipo de cobertura.En cambio, en algunas agencias ofrecen protecciones que cuestan alrededor de cuatro mil 800 pesos. Según explicó un empleado, con los aditamentos se busca “ganarles tiempo” a los ladrones.Ante este problema, la Policía de Guadalajara implementó un operativo especial con 40 de sus 50 elementos del Grupo Gama para que recorran toda la semana Prados Providencia, Ladrón de Guevara, El Santuario, Providencia y Lafayette, los espacios más perjudicados, y eviten los robos que llevan a cabo principalmente menores que huyen en motocicleta. La corporación indicó que en lo que va de este año no hay ningún detenido.El viernes, Renata dejó su coche en la calle y entró en un restaurante que está por Simón Bolívar y Lerdo de Tejada. Eran las 20:30 horas.Después de la cena siguió la charla y vino otro plan. Salió del establecimiento con la intención de dejar su vehículo en casa y moverse en taxi el resto de la noche.Mientras caminaba con su novio pensó en las multas que se aplican a esa hora por la zona, pero esa idea se desvaneció cuando vio que había personas alrededor de su auto y quienes, al notar su cercanía, huyeron en uno en color gris o arena.Vio que su faro derecho estaba hundido, rajado. Renata creyó que quisieron robárselo y no pudieron. Se tranquilizó.Quiso abrir la portezuela y no pudo. Su desconcierto se acentuó cuando se agachó y vio un “destripadero” de cables. Su pareja le dijo que le habían robado la computadora del carro y también la batería.Al día siguiente, por la mañana, pidió una grúa. Le llamó la atención que el hombre que llegó le dio una tarjeta y le dijo: “Seguro son estos los que la tienen”.El chofer le contó que había recogido 10 vehículos en lo que va del mes en la misma situación que el suyo. “Seguramente te va a salir como en 10 mil varos”.Tras analizar la recomendación, Renata decidió no comprar robado. Fue a la agencia y le cotizaron la reposición de lo perdido en 80 mil pesos, pues además de la computadora y la batería, debe pagar por los cables, el faro y la mano de obra, lo que llega casi a los 30 mil pesos.Sin embargo, el auto de Renata, seminuevo, tiene un valor en el mercado de alrededor de 100 mil pesos, por lo que le resulta más conveniente adquirir otro.Después de que le robaron la computadora de su carro en tres ocasiones, “Jorge” prefirió trasladarse en bicicleta.El afectado, de 24 años (y quien pidió no revelar su verdadero nombre), contó que la primera vez que fue víctima de este ilícito fue en junio de 2015 en la colonia Lomas del Paradero.“En lo que fui al baño y volví ya me habían quitado la computadora del carro. Fueron como cinco minutos”, compartió. Esa vez vio que también otros cuatro vehículos habían sido saqueados.Ocho meses después visitó la zona de Chapultepec y, una vez más, le extrajeron el mismo aparato a su vehículo.Agregó que la tercera ocasión sucedió en abril del 2018, en la colonia Arcos, mientras compraba un traje.Desembolsó 25 mil pesos en total. La aseguradora no le cubrió ninguno de estos gastos. Fue en un taller mecánico donde le consiguieron las piezas que perdió.Carlos David Wolstein, a cargo del despacho de seguros Wolstein y Asociados, explica que en la Zona Metropolitana de Guadalajara sólo conoce de una empresa aseguradora que, ante el robo de una computadora de auto, ofrece una póliza de hasta 15% del valor de la unidad (si cuesta 300 mil pesos, respaldan al afectado con 45 mil).“Difícilmente las compañías le van a querer entrar al tema”, dice el empresario, quien resalta que en estos casos lo más recomendable es que los automovilistas contraten una cobertura adicional de robo parcial de las piezas, aunque al hacerlo el costo sube.Wolstein acentúa que este ilícito se ha disparado en el último año y que es necesario que las autoridades implementen estrategias para disminuirlo.Comenta que los delincuentes dejaron de lado el robo de faros y parrillas (anteriormente las piezas más caras de un vehículo) y se decantaron por las computadoras, que les dejan mayor ganancia.TELÓN DE FONDOEn octubre de 2017, este medio de comunicación publicó que, según Marco Valerio Pérez, el entonces titular de la Agencia Metropolitana de Seguridad (AMS) y ahora secretario del Trabajo, se detectó que una banda de menores robaba autopartes en colonias como Providencia y la Americana, ambas en Guadalajara.“Está identificada una ruta donde los detienen. Para ellos es un tema de infracción (de lo cual se aprovechan)”, lamentó.Valerio dijo entonces que la apertura de sitios que operan como chatarreras registró un incremento, sobre todo en municipios como Ixtlahuacán de los Membrillos, Zapotlanejo, Juanacatlán y El Salto.“La realidad es que hay una presunción de que muchos de los espacios generan el inventario a partir de vehículos robados. Eso es lo que queremos inhibir”.Además, pidió a la Fiscalía que se aplique la extinción de dominio en esta materia. “No queremos ningún establecimiento que opere bajo el tema de delito y que únicamente por circunstancias administrativas se genere una clausura, queremos que opere la extinción de dominio”.El delito escala en dimensiónSegún la Fiscalía del Estado, el robo de autopartes se disparó en el último sexenio. Las estadísticas de la herramienta Seguridad Map destacan que en 2013 se registraron 489 carpetas de investigación por este ilícito, y en 2018 se documentaron dos mil 412. En enero pasado se apuntaron 198 procedimientos. Seis al día, en promedio.
