A más tardar el lunes, la reconversión del hospital Ángel Leaño para la atención de pacientes con COVID-19 estará terminada. Las donaciones a través de la Corporativa de Fundaciones, en la iniciativa “Jalisco Vamos Juntos”, lograron un acumulado de 50 millones de pesos (MDP): más del doble de la meta inicial, de 20 millones.La nueva proyección, informó el coordinador de Desarrollo Económico, Alejandro Guzmán Larralde, es que se reúnan 70 MDP para inyectarlos a la compra de equipos e insumos.Durante la muestra de avances del Plan de Reconversión Hospitalaria, se informó que las instalaciones registran 70% de avance en el área de terapia intensiva y 95% en las zonas para pacientes. Sin embargo, se recibirá a los afectados hasta el 1 de mayo.En total se invertirán 180 MDP en ese espacio. El Gobierno estatal aportará 35 para la obra civil e infraestructura y otros 75 para que opere durante tres meses. Los 70 restantes serán de las fundaciones y de la sociedad civil.Armando Beltrán, presidente de Mexicanos Primero Jalisco y encargado del proyecto, expresó que esta iniciativa “demostrará que sí somos capaces de trabajar juntos y servirá para construir un México más solidario”.El gobernador dijo que hasta ayer se tenían ocupadas una de cada 10 camas de la capacidad instalada al momento (958) para pacientes de COVID-19. Con el Ángel Leaño en funciones, Jalisco contará con tres mil 161 espacios.LA VOZ DEL EXPERTOAntonio Lazcano (profesor investigador de la Facultad de Ciencias de la UNAM)Mucho se ha hablado sobre el origen del COVID-19. Hay teorías que aseguran que se trata de un arma biológica, y otras que incluso sostienen que es un invento del Gobierno. La realidad es que la nueva cepa del coronavirus, cuyo origen fue detectado a finales de 2019 en China, es “un producto natural de la evolución biológica”.Según el especialista en Biología Evolutiva y Origen de la Vida, Antonio Lazcano, los coronavirus son un tipo de virus de cadena sencilla “abundantes en la naturaleza”. La mayoría de ellos se encuentra en mamíferos, aunque también pueden detectarse en aves y reptiles.“La gente empezó a estudiarlos desde la década de los 60, cuando comenzaron las epidemias que causaban resfriados leves, aunque se volvieron más notorias cuando el causante del SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Grave) apareció con enorme mortandad”.Añadió que, aunque no ha confirmado todavía si hubo un intermediario entre murciélagos y humanos en esta nueva cepa, uno de sus orígenes sí se localiza en estos animales.“Es parte de una evolución que podemos rastrear y entender como nunca en la historia de la biología. Nunca, en la historia de la ciencia, se había estudiado con tanto detalle un virus por un grupo tan numeroso de investigadores”.Recordó que, aunque muchos creen que se genera inmunidad una vez que se supera el virus, aún no hay pruebas suficientes de ello.