El sonido ensordecedor del corredor Chapultepec, la zona tranquilizada de López Cotilla y los puntos más concurridos de la colonia Providencia, todos en el municipio de Guadalajara, ahora sí tendrán que relajar sus hábitos. A partir de este fin de semana, el Ayuntamiento tapatío reiniciará las movilizaciones para detectar y sancionar no sólo a establecimientos comerciales ruidosos, sino a vecinos, salones de fiesta e incluso parroquias que afecten la tranquilidad del vecindario.Ismael del Toro, presidente municipal, detalló que él mismo encabezará el primer contingente. Al mismo tiempo aclaró que no se trata de una “cacería de brujas”, pues la estrategia ya ha sido socializada entre los dueños de los establecimientos y la Arquidiócesis de Guadalajara, y todos han accedido a ceñirse a los decibeles permitidos. Esto, para hacer cumplir la recién aprobada “Ley Antirruido”.“Tengo que reconocer en los dueños de bares y restaurantes toda la disposición de acatar esta reglamentación, de no provocar molestia con los vecinos”, dijo al término de la presentación de la Copa Jalisco 2019.El alcalde aclaró que en las primeras movilizaciones se calibrarán los dispositivos “para medir si los decibeles son los adecuados o no, la afectación y, sobre todo, qué consecuencias (se aplicarán)”. Porque, sostuvo, aunque habrá flexibilidad en la fase de calibración, tampoco será una jornada exclusiva de llamados de atención.Si los decibeles son rebasados o los inspectores detectan que hay violaciones adicionales (por ejemplo, venta de alcohol a menores de edad), afirmó que procederán “a clausurar y hasta a retirar la licencia cuando haya reincidencia”.Aunque al mismo tiempo, detalló: “No es un operativo para sancionar sino para identificar realmente qué locales hacen molestia con los vecinos y qué medidas de mitigación pueden hacer para que tengan convivencia con los vecinos”.El alcalde precisó que incluso la Arquidiócesis de Guadalajara está bajo aviso de los horarios en los que se permitirá quemar pirotecnia en el municipio.“Lo que se solicitó es que se permitiera de las siete a las 10 de la noche, que ya no fuera un exceso de las procesiones, que son a las cinco de la madrugada o después de las 10 de la noche. Creo que encontramos coincidencia con todos los sectores para poder hacer cumplir este reglamento”.La “Ley Antirruido” entró en vigor en agosto del año pasado y contempla multas de hasta 40 mil pesos por generación de ruido excesivo, con la facultad de clausurar el establecimiento infractor si hay reincidencia.