En diciembre, la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (Proepa) contaba sólo con 10 inspectores; en el primer trimestre se sumaron seis y esperan integrar al menos a 18 más y distribuirlos en los municipios de la cuenca del río Santiago.La reciente reforma que endureció las sanciones por contaminar aguas de jurisdicción estatal también amplió las facultades de la Proepa y le dio herramientas para emitir resoluciones más firmes, consideró Diana Padilla Martínez, titular de la dependencia.La procuradora explicó que se logró clarificar cómo se deben realizar los procedimientos administrativos para evitar contradicciones con otras legislaciones.Además, con la creación del requerimiento administrativo ambiental habrán trámites más cortos que un procedimiento ordinario que puede tardar meses. La meta es hacer requerimientos de información específicos y, de forma más ágil, determinar si existe incumplimiento.Padilla Martínez adelantó que trabajan en un nuevo modelo de inspección, en donde el personal de la Proepa contará con la asistencia técnica de peritos especialistas que estarán acompañados por autoridades municipales y federales.Van por nuevo registroComo parte del plan de saneamiento de la cuenca del río Santiago, la Proepa iniciará la elaboración de un registro único de descargas a ese afluente. Diana Padilla informó que buscan identificar todos los puntos de descargas, ir a ellos, determinar quién los genera y las razones para, en una segunda etapa, revisar la calidad de esas descargas.Comentó que aspiran a crear un sistema en donde se pueda ver en tiempo real y georreferenciado cuáles son los puntos más problemáticos para que todas las dependencias con injerencia en el tema puedan enfocar esfuerzos. Además, esta base de datos permitirá identificar las descargas clandestinas.