De los 109 centros penitenciarios con capacidad menor a 250 espacios que hay en el país, 48 (44%) tienen problemas de sobrepoblación.De acuerdo con el informe especial “Sobre los centros de reclusión de baja capacidad instalada en la República mexicana”, elaborado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), este problema pone en riesgo a ocho mil 328 reos.Sin embargo, la situación es crítica para cinco mil 757, pues el hacinamiento supera en más de 40% la capacidad de los inmuebles en los que se encuentran.Jalisco no es la excepción. De los seis lugares revisados por el organismo, dos operan en condiciones adversas. En el de Altos Norte de Lagos de Moreno hay 96 internos, cuando tiene una capacidad para 84. El caso más grave en la Entidad está en el de Ciénega de Chapala, cuyo límite también es de 84, pero donde actualmente conviven 154.El centro penitenciario Ciénega de Chapala tiene una capacidad para 84 reos. Sin embargo, actualmente conviven 154.De acuerdo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), esta sobrepoblación, superior a 83%, pone en riesgo crítico a los internos, pues el inmueble no cuenta con la infraestructura que les permite tener una estancia digna y un desarrollo adecuado.En el informe especial “Sobre los centros de reclusión de baja capacidad instalada en la República mexicana”, el organismo señaló que, por problemas de hacinamiento, este penal ocupa el lugar 14 entre los 109 que fueron evaluados en todo el país.“Las deficiencias en la infraestructura de los centros penitenciarios dificultan el buen desarrollo del régimen penitenciario y pueden ser un factor determinante en afectaciones graves a derechos humanos inderogables, como el derecho a la vida y a la integridad personal de los reclusos, e impiden que en la práctica las penas privativas de la libertad cumplan con la finalidad esencial que establece la Constitución”, se resaltó en el estudio.Además, si bien en el de Altos Norte de Lagos de Moreno se encontró una sobrepoblación de 14% (caben 84 y se detectaron 96 reclusos), en los de Autlán de Navarro, Tepatitlán de Morelos, Valles de Ameca y Tequila no se hallaron problemas similares.El visitador adjunto de la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ), Carlos Augusto Gómez, quien se desempeña como jefe del Área de Penitenciaría, destacó que el no contar con los espacios adecuados para la convivencia de los internos viola sus derechos humanos.“Tanto la comisaría de reinserción social como la CEDHJ medimos la capacidad acorde al número de camas. Es muy importante mencionar que eso no significa que no exista hacinamiento porque, por ejemplo, puedes tener un cuarto muy chiquito que muy forzado metes tres literas y se diría que hay espacio para seis. Pero no, porque las personas van a estar ahí muy apretadas”.Gómez agregó que estos sitios sí tienen psicólogos, médicos propios, psiquiatras itinerantes, área escolary las personas reciben tres alimentos al día.En el informe especial “Sobre los centros de reclusión de baja capacidad instalada en la República Mexicana”, presentado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), se señala que estos espacios tienen la obligación de dotar a las mujeres las condiciones de estancia digna y segura, una adecuada clasificación y el equipamiento que garanticen su derecho a la reinserción social.Sin embargo, de acuerdo con el visitador adjunto de la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ), Carlos Augusto Gómez, jefe del Área de Penitenciaría, la falta de atención a las mujeres ha sido uno de los temas recurrentes en la mayoría de estos centros en la Entidad.El funcionario resaltó que no se brindan condiciones de igualdad entre hombres y mujeres, por lo que han trabajado con autoridades estatales y municipales. “Con el trabajo que ha realizado la Comisión se ha conseguido que a las mujeres se les permitiera salir al patio, pudieran utilizar el teléfono”, dijo.Si bien el Artículo 18 Constitucional y el Artículo 5 de la Ley Nacional de Ejecución Penal establecen que dentro el sistema penitenciario debe considerar la separación entre hombres y mujeres, Gomez destacó que en algunos municipios se detectaron inmuebles donde no se habían considerado áreas exclusivas para las mujeres.Agregó que actualmente la CEDHJ registra una queja en activo de una joven reclusa en el centro penitenciario de Tepatitlán. Ella manifestó no tener acceso a actividades y servicios que sí están permitidos para los hombres.LA VOZ DEL EXPERTOJorge Tejada Montaño (académico del ITESO)El investigador señaló que el hacinamiento es una constante en todas la cárceles de México, no sólo en los centros de baja capacidad, debido a la falta de atención de las autoridades en los procesos y a los mitos que se han desarrollado en torno a ellos.Ante esta situación, Tejada Montaño destacó que el nuevo sistema de justicia penal podría servir para liberar espacios en estos centros penitenciarios gracias a las oportunidades que brinda para reparar el daño, en el caso de los imputados a prisión preventiva.El especialista explicó una de las fallas que provocan la sobrepoblación en los penales es el abuso de la prisión preventiva en la que los presuntos delincuentes deben permanecer en espera de una sentencia.“Uno de los mitos que se ha quedado en los últimos 50 años es que la prisión preventiva disminuye los índices delictivos, es decir, teniendo a los delincuentes cumpliendo sus penas (en prisión preventiva) para que la sociedad vea que quien la hace la paga. Sin embargo, la realidad es que de cada 100 delitos, sólo se condena y se procesa a una persona”, manifestó.El académico acentuó que lo anterior se relaciona con la ausencia de un sistema de análisis efectivo en el que se determine cuáles de estos reos pueden cumplir su sentencia desde otro tipo de lugar, según la gravedad del ilícito cometido.