La aparición de socavones, como el ocurrido en la madrugada del jueves 24 de julio en una de las arterias principales de la Zona Metropolitana de Guadalajara, la avenida López Mateos casi a su cruce con Periférico Poniente, en el sentido sur a norte, no es un fenómeno nuevo, ya que estos eventos han sucedido en México y en otras partes del mundo desde hace tiempo. Los socavones se forman debido a la erosión por sufusión, que es el desgaste de las partículas finas del suelo causado por el agua subterránea. Este proceso puede llevar al colapso y hundimiento del terreno con el tiempo. Otros factores como la degradación de la superficie, la deforestación, y los cambios en el uso del suelo también pueden contribuir a la formación de socavones. Para detener la evolución del socavón, se menciona la posibilidad de estabilizar las laderas, aunque que este es un procedimiento costoso y rellenar el socavón no sería eficaz ya que cualquier material añadido sería erosionado.Debido a que este fenómeno se desarrolla debajo de la superficie y avanza sin ser visible, no es posible predecir cuándo ocurrirá el colapso.Los tamaños de los socavones varían considerablemente: pueden ser desde unos pocos metros hasta extenderse a varias hectáreas. Su profundidad también es diversa; algunos tienen solo 30 centímetros, mientras que otros pueden tener caídas de varios cientos de metros.Los socavones pueden presentar formas distintas, como cuencos poco profundos o vacíos colapsados con paredes empinadas y verticales. En ocasiones, cuando se acumula agua en su interior, se forman estanques.Se hace énfasis en la necesidad de conocer los riesgos a los que están expuestas las comunidades para implementar sistemas preventivos de alerta y reducir la vulnerabilidad. Varios fenómenos geológicos que pueden representar peligros, dependiendo de su magnitud, como erupciones volcánicas, sismos, colapsos de cavernas, cambios en los niveles freáticos, tsunamis, grietas en el terreno, y la amplificación de ondas sísmicas, especialmente en suelos lacustres como el de la Ciudad de México, además de los socavones. EE