Desde que su mamá las llevaba en brazos, hace poco más de 50 años, las hermanas María Eugenia García y María de Lourdes Montoya, acuden a Guadalajara para acompañar a la Virgen de Zapopan en su recorrido hacia la Basílica."Llegamos aquí temprano. Venimos con mucha emoción a verla a la Catedral, hasta nos dan ganas de llorar", expresó María Eugenia.Ambas viajan año con año desde León, Guanajuato, para las celebraciones de este 12 de octubre, en algunas ocasiones tienen que pedir prestado para conseguir los recursos de los pasajes y las comidas, que oscilan alrededor de los dos mil 500 pesos por cada una, pero aseguran, nunca han faltado. En esta ocasión dos de sus hermanos no pudieron acompañarlas porque ellos no alcanzaron a reunir el dinero, según expresaron las hermanas.Ella y su hermana lamentan los cambios que se le han hecho a la celebración, como las modificaciones en los recorridos, la ubicación de los danzantes y la colocación de vallas, pues aseguran que esto hace que la Romería ya no sea la misma y vaya perdiendo su esencia; "Pero aún así no se nos quita la fe y no dejamos de venir", agregó María Eugenia.Ambas mujeres se acomodaron, una junto a la otra, afuera del ayuntamiento tapatío, donde pasarán la noche en espera de la misa de despedida de la Virgen, que se realizará este viernes a las 5:00 horas en la Catedral de Guadalajara, antes de iniciar con ella el recorrido de vuelta a la Basílica.A las 23:00 horas de este jueves se celebrará la Serenata a la Virgen zapopana en la Catedral tapatía, a las 00:00 horas se realizará la velada de oración.JM