Diana Campirano es una docente de la Colonia La Experiencia, en Zapopan. Durante el fin de semana, se preparó para el regreso a clases. Sabe que para llevar los temas a sus estudiantes de sexto grado de primaria, tendrá que trabajar el doble a lo que estaba acostumbrada, y así lo percibe en su jornada de trabajo. “Antes tenía dos cursos a mi cargo, el matutino y el vespertino, pero al salir podía atender mis asuntos familiares, ahora tengo que estar disponible desde las siete de la mañana y hasta la media noche, es muy desgastante” relató. La profesora explicó que los padres de familia y estudiantes llaman a cualquier hora del día y que, “a ratos pienso en establecer horarios muy rígidos, pero también me enfrento a que los padres de familia solo tienen ese momento para estudiar con sus hijos y me doy cuenta que si no contesto, se atrasan en las entregas”. Entre sus retos del nuevo ciclo escolar, también está combinar las clases virtuales con las asesorías.“Tengo tres alumnos del turno matutino y 15 del vespertino que requieren de citas presenciales para dejarles actividades, porque no tienen forma de conectarse a internet”. JL