En octubre de 2019, policías del municipio de San Julián detuvieron a tres jóvenes de manera arbitraria y durante su estadía en la cárcel les torturaron.De acuerdo con la información recopilada por la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ), los uniformados solicitaron retirar un automóvil porque presuntamente el propietario no contaba con la documentación y había cometido faltas administrativas.El conductor no se opuso a ello y minutos después, cuando subían el auto a una grúa regresó al sitio. En el lugar los uniformados le detuvieron y lo llevaron a la Cárcel Municipal. La hermana del detenido y otros dos jóvenes acudieron al sitio para verlo.Los policías intimidaron a la joven para saber los nombres de los otros dos jóvenes que esperaban afuera. Luego, salieron por ellos y también les detuvieron.En la cárcel, los policías les torturaron y les humillaron. Incluso les hicieron comer croquetas y para que no las escupieran les pusieron refresco en la boca.Los policías pararon las agresiones cuando el joven conductor cayó al suelo y ya no se movió. Mientras que los paramédicos del municipio que acudieron a revisarlo minimizaron las lesiones.Tras permanecer toda la noche en la cárcel, los jóvenes fueron liberados.El joven conductor, que presentaba mayores heridas, acudió a revisión a un hospital privado donde le diagnosticaron fractura en tres costillas, en su mandíbula y lesión en el hígado.La familia de la víctima aseguró que desde ese momento el joven ya no pudo trabajar por las lesiones y ahora sólo trabaja de manera eventual. Perdió el movimiento de su mano izquierda y tuvo que ser operado de su hígado. Ahora tiene una deuda para solventar los gastos médicos de sus lesiones.Por ello, la defensoría pide la reparación del daño a las víctimas y a sus familiares. Además exige que sean investigados los policías municipales, se les anexe una copia a su expediente y que el presidente municipal dirija una disculpa pública por los hechos ocurridos.JM