Uno de los valores más importantes de los empresarios tapatíos agrupados como Centros Comerciales de Guadalajara S.A de C.V. al construir Plaza del Sol fue su visión a futuro, coinciden los periodistas Jaime García Elías y Juan José Doñán, ambos también concuerdan que a 50 años del inicio de sus operaciones el espacio es emblemático, no sólo en el aspecto comercial, sino en lo cultural y social de la ciudad.Fundada en junio de 1888, la Cámara de Comercio de Guadalajara (CCG) desarrolló la vocación mercantil de la capital, pues históricamente por sus condiciones geográficas ofrecía ventajas competitivas respecto a otras regiones del país, situación que aún prevalece. Ya con más de 70 años de labor, en la década de 1960 agremiados a la CCG influenciados por tendencias internacionales imaginaron hacer una plaza que agrupara sus negocios fuera del Centro de la ciudad, ese sueño se transformó en Plaza del Sol: “Fue una aventura audaz por parte del comercio organizado, en ese tiempo era impensable pudiera resultar de un gran atractivo inmediato, por su lejanía y concepto. Con el paso del tiempo la apuesta funcionó y se creó un polo de desarrollo en una área nueva, que hoy está prácticamente conectada con todo”, señala García Elías.El historiador de Guadalajara, Fernando Martínez Réding, en su libro “Plaza del Sol 37 años”, publicado por Editorial Amate en 2006, explica el origen de la idea de la creación del centro comercial: “Una de las características singulares de Plaza del Sol fue que, desde su proyecto, participaron exclusivamente comerciantes, a diferencia de otros centros, que fueron realizados por personas dedicadas a inversiones de tipo inmobiliario.El hecho de que la plaza se llevara a cabo por comerciantes dio un particular enfoque al proyecto. Se buscó desde un principio, que los negocios que se establecieran, tuvieran una razonable posibilidad de éxito, dada la experiencia de sus propietarios”.Para Juan José Doñán, el proyecto derribó varios paradigmas de la época, pues fue el primer centro comercial en América Latina y su edificación fue en tiempo récord, tomando en cuenta la tecnología de 1969. “Los comerciantes pensaron a futuro, vieron en la plaza una extensión de sus negocios, además que aprovecharon un espacio que paulatinamente se convirtió en un punto de encuentro de la ciudad, y que está conectado con las carreteras que dan salida Colima-Manzanillo o al Mercado de Abastos que recientemente se había inaugurado”."Plaza del Sol es mi zona de operaciones, ahí realizo compras, pero también es un espacio de encuentro, de coincidencia familiar para convivir" Jaime García Elías, periodista."Juntaron todas las tiendas, los grandes almacenes de la época, todo estaba en un sitio. Le hicieron la vida más fácil a las personas que visitaban la plaza" Juan José Doñán, periodista.La población en 1969 de Guadalajara era de más de un millón 300 mil habitantes, la ciudad se encontraba en pleno desarrollo, de bonanza económica, esto debido a que muchas empresas comenzaron a consolidar su inversiones, tal es el caso de Calzado Canadá, Urrea, Grupo de la Rosa, Lechera Guadalajara, entre otras. Así, la capital de Jalisco se convirtió en el centro de comercio y servicios del Occidente de México.“Con Plaza del Sol hubo una apropiación social de un espacio privado y se hizo público. La gente va a pasear, es lugar de reunión, de citas y eventualmente el que pasea compra cosas. Se tiene en un sólo lugar casi todo el comercio de Guadalajara. Además, Alejandro Zohn (arquitecto de la obra) cuando la diseñó dejó espacios abiertos, donde se puede caminar con libertad”, indica Doñán.La obra de Centros Comerciales de Guadalajara S.A de C.V., impulsó la zona y se iniciaron proyectos de urbanización con colonias vecinas, se ampliaron las vialidades como la Avenida López Mateos, antes llamada de los Ingenieros, y la Avenida Mariano Otero: “Plaza del Sol era más atractivo y tenía más opciones para las familias que el Centro de ciudad, se fue desarrollando de manera gradual hasta convertirse en un centro de referencia para Guadalajara. A unas calles de la plaza se instaló un parque de diversiones llamado ‘El país de Magusín’, con lo que la oferta para el ocio familiar aumentaba”, explica Jaime García Elías.“Plaza del Sol se quedó en el imaginario de los tapatíos, incluso de los que no iban a comprar. Se convirtió en un hito urbano, además su nombre se lo apropiaron colonias como Paseos del Sol. Su nombre es aglutinador social, pocos lugares pueden decir que lo son”, añade Juan José Doñán.MAXI, Las Fábricas de Francia, La Cadena, Muebles Bertha, Casa Franco (Yuvent), La Muñeca, Casa Varón, Casa Chalita, Casa Orozco, Ferreterías Calzada, Farmacia Levy, Casa Baruqui.