Viernes, 22 de Noviembre 2024

¡Llegaron las pitayas para el deleite de los tapatíos! Pero caras...

Además de deliciosas, las pitayas también son caras, por lo menos las primeras que llegan en abril

Por: Óscar Ernesto Álvarez Gutiérrez

Los cactus crecen en el campo o en los huertos de las casas más antiguas de los pueblos hasta donde llegan los familiares o vecinos para ayudar con las labores de corte, pelado y acomodado de la pitaya. EL INFORMADOR / ARCHIVO

Los cactus crecen en el campo o en los huertos de las casas más antiguas de los pueblos hasta donde llegan los familiares o vecinos para ayudar con las labores de corte, pelado y acomodado de la pitaya. EL INFORMADOR / ARCHIVO

Las pitayas la llegaron y son el deleite de muchos. Este fruto que es el motor económico de ciertos municipios como Amacueca, Zacoalco y Techaluta de Montenegro, en Jalisco, y complace el paladar de los y las tapatías que pueden adquirirlas por todo el Centro de Guadalajara y, específicamente, en la zona de las 9 esquinas.

Pero además de deliciosas, las pitayas también son caras, por lo menos las primeras que llegan en abril, debido a que aún son escasas.

La mayor producción sucede en mayo, por lo que las que se comienzan a comercializar luego de abril son altas en su precio, que oscila entre los 20 y hasta los 40 por pieza, según declaraciones de los propios vendedores.

¿Qué es la pitaya?

La pitaya es un fruto cactáceo. En su periodo de madurez la pulpa es dulce y con pequeñas semillas negras que son comestibles, su cáscara es suave y con espinas que, como las tunas, son extraídas por los vendedores.

En Jalisco se producen cinco colores distintos, con diferente intensidad de acidez: amarilla, blanca, roja, morada y solferina.

En la zona de las Nueve Esquinas (Colón y Nueva Galicia) además de la pitaya natural, se venden productos elaborados con la pulpa, como la mermelada, helado, té y hasta dulces artesanales mezclados con leche o chile molido.

¿Cómo se forman las pitayas?

Los cactus crecen en el campo o en los huertos de las casas más antiguas de los pueblos hasta donde llegan los familiares o vecinos para ayudar con las labores de corte, pelado y acomodado de la pitaya.

La primavera trae consigo el calor y con él la época de recoger la pitaya, que crece entre cactus de unos 100 años de antigüedad y cuyos "brazos" o ramas se extienden hasta cinco metros a lo alto, lo que obliga a utilizar herramientas especiales para su corte.

Este fruto propio de América Central y México, de color rojo escarlata o amarillo y con semillas negras, es uno de los más buscados en la época de calor por su frescura y el jugo que contiene en su interior.

Las nueve variedades que existen son distintas en color, pero no en propiedades, entre las que destacan su función diurética, su efectividad para combatir la anemia y la posesión de un 6% de proteína.

Para que las pitayas crezcan en el cactus es necesario que salga la flor y que esta luego sea polinizada por los murciélagos.

Beneficios para la salud de la pitaya

  • Este fruto contiene fibra prebiótica, la cual promueve las bacterias beneficiosas del intestino. Esto hace que tengamos una mejor salud general.
  • Debido al crecimiento de estas bacterias beneficiosas en nuestro intestino, se ha podido estudiar que puede ayudar en la pérdida de peso, reducir la inflamación y mejorar la resistencia a la insulina.
  • Su función de antioxidante está asociada a un mejor funcionamiento de nuestro cerebro y a la prevención de enfermedades cardiovasculares.
  • Es una fantástica fuente de magnesio. Un micronutriente que ayuda al correcto funcionamiento de los músculos y los nervios.

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