Incrementar la pena a quien asesine a un policía no ha inhibido las agresiones hacia elementos de seguridad en Jalisco.El Congreso del Estado aprobó en marzo reformar el Código Penal para castigar con hasta 70 años de cárcel (sanción máxima contemplada en la legislación) a quienes maten a personas que desarrollen funciones de seguridad pública, impartición o procuración de justicia.Sin embargo, cuando se avaló la medida sumaban tres elementos caídos. Actualmente van 24.Como respuesta a una solicitud de información, vía Transparencia, la Fiscalía estatal indicó que, tras la entrada en vigor del ajuste, se han abierto 14 carpetas de investigación. Hay siete detenidos, pero aún no hay ningún sentenciado con la penalidad más alta.La Fiscalía Especial Ejecutiva de Investigación Criminal y la Fiscalía Especial Regional reportaron que los procesos son por homicidio calificado cometido en contra de personas que desempeñaban funciones de seguridad o impartición de justicia.Según la Dirección General de Seguimiento a Procesos, solamente se han registrado dos condenas: una de 28 años y otra de cuatro y reparación del daño por casos de agresiones a agentes, pero fueron iniciadas antes del endurecimiento de la pena.La modificación al Código Penal se dio en el Congreso Local luego de que un grupo armado mató en Tonalá a Sergio Rivas, comandante de la Policía tapatía, y a Ramiro Alejandro Delgado, su escolta.Además de esos oficiales, también perdieron la vida en el cumplimiento de su deber el director de Seguridad Pública de Lagos de Moreno, Vany Rodríguez Méndez, y dos de sus guardaespaldas, quienes fueron agredidos el 7 de septiembre.En abril, en ese municipio ya habían ejecutado a otro uniformado.A principios de agosto abatieron al jefe de la Policía de Tepatitlán de Morelos, y en julio emboscaron al fiscal regional, Gonzalo Huitrón, cuando se desplazaba por la carretera Santa Rosa-La Barca.Este mes fueron ultimados el comandante de la Policía de Ojuelos, Everardo Prado, y su guardia de seguridad.De acuerdo con la organización Causa en Común, Jalisco se encuentra ya en el segundo puesto entre las entidades con más casos de policías asesinados. Sólo Guanajuato está por encima.