Debido a la contingencia, cerró el Centro de Rehabilitación Integral (CRI) del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) (ubicado en la Avenida Fray Antonio Alcalde) que ofrecía mensualmente 400 consultas de primera vez y alrededor de tres mil servicios.José, paciente afectado por la medida, acudía desde los Altos de Jalisco a atenderse una contractura muscular a nivel cervical. Ahí le aplicaban toxina botulínica. “Les he dicho que nos den terapia con sana distancia, aunque sea virtual con los ejercicios que debemos hacer. Me ha afectado porque me siento mal”, compartió.Juan Carlos Martín Mancilla, director del DIF Jalisco, confirmó el cierre indefinido del CRI por la alta vulnerabilidad de pacientes y la concentración de gente.Para disminuir al mínimo el riesgo de perder el progreso de la rehabilitación que se brindaba a 600 usuarios en el Centro de Atención Integral a Personas con Discapacidad (Caiped) en El Sauz, se implementaron terapias a través de las redes sociales. Algunos son ejercicios de estimulación temprana, gesticulares, de respiración, para la columna, movilizaciones e incluso para terapia de lenguaje. Cinthia Ledezma, directora del Caiped, que depende del sistema DIF Guadalajara, indicó que “desde el 16 de marzo, por la pandemia de COVID-19, cerramos. Cuando supimos de ello, se les comentó a todos los pacientes y se les entregó un plan de trabajo en casas”. Aunque no hay fecha de reapertura, afirmó que los pacientes tampoco quieren regresar, pues la mayoría son personas vulnerables y la terapia implica contacto físico. Sin embargo, se mantiene el riesgo de que, en caso de no seguir los ejercicios al pie de la letra, deban reiniciar su tratamiento. O al contrario, si los practican bien es posible que se recuperen sin tener más terapia.JL