Viernes, 22 de Noviembre 2024

Organismos cuestionan que obras en El Zapotillo no se hallan detenidas

Durante un recorrido en la presa, la Conagua señaló que son obras de mantenimiento y no avances

Por: Sergio Blanco

El motivo de la reunión fue para explicar el avance actual de la obra, cómo se han ejercido los recursos, y cuáles son los riesgos para la comunidad. EL INFORMADOR

El motivo de la reunión fue para explicar el avance actual de la obra, cómo se han ejercido los recursos, y cuáles son los riesgos para la comunidad. EL INFORMADOR

Que son obras de mantenimiento las que se han realizado durante 2019 y 2020 para la presa el Zapotillo y no avances, aseguró la Comisión Nacional del Agua (Conagua) durante la visita hecha este viernes al lugar de las obras.

José Luis Acosta Rodríguez, director del Organismo de Cuenca Lerma-Santiago-Pacífico de la Conagua, se reunió con representantes de las poblaciones afectadas por la presa, Temacapulín, Acasico y Palmarejo, así como de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHJ), del Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario (Imdec) y del Iteso.

El motivo de la reunión fue que las autoridades respondieran a tres puntos sobre la presa: el estado general de la obra (que se supone que está detenida desde el 2014 por mandato judicial), cómo se han ejercido los recursos, que a decir del Gobierno Federal, solo han sido para mantenimiento, y cuáles son los riesgos para la comunidad, explicó María González Valencia, colaboradora del Imdec.

Acosta explicó que los 280 millones que se utilizaron en 2019 fueron principalmente para la construcción de una estructura llamada presa sabo, diseñada para detener troncos y demás objetos que puedan obstruir el cauce del río; mientras que los 247 millones de pesos etiquetados para el 2020 son para la construcción de una estructura del lado de la salida de la corriente  llamado tanque amortiguador, mismo que, reconoció, “forma parte del  proyecto original”.

Gabriel Espinoza, vocero de las comunidades, cuestionó que tales labores no aparentaban ser mantenimiento.

“Significa que a la hora de estar invirtiendo ahí dinero yo como ciudadano entiendo que la obra no está parada, es la obra que está continuando porque es parte del proyecto original".

Javier Clausen, académico del Iteso, destacó que hace falta mejorar la evaluación de impacto ambiental y social del proyecto, pues aunque Acosta aseguró que la información era pública, ésta no está a la mano de la población afectada y está en lenguaje técnico.

“No se vale tener un modelo matemático que nadie puede entender sino que tiene que estar puesto en un gráfico donde puedas jugar con los niveles del agua, qué se inunda, una imagen satelital que permita ver cómo será el embalse. Preocupa el cuerpo de agua, no tanto la cortina”.
Explicó que el estudio de impacto social lo tienen que hacer gente de ciencias sociales, no los ingenieros.
 

Alfonso Hernández Barrón, presidente de la CEDHJ, explicó en entrevista que la Comisión elaborará un informe donde se revisará si realmente hay avances en el proyecto y si al no proporcionar información a los pobladores sobre medidas de seguridad se están violentando sus derechos.

LS

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