Ómicron, la nueva variante del COVID-19, aumenta su presencia en Jalisco. Con 43 casos confirmados hasta el viernes, el estado se ubicó en el tercer lugar nacional con más contagios de ómicron, sólo por debajo del Estado de México (81 casos) y de la Ciudad de México (337), de acuerdo con cifras de la plataforma alemana GISAID, que proporciona acceso abierto a datos genómico del virus influenza y el COVID-19.La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó a finales de 2021 que la nueva variante se esparce con mayor rapidez que delta, y que tiene más probabilidades de infectar incluso a las personas ya vacunadas, por lo cual es necesario reforzar el uso, bien colocado, del cubrebocas para evitar los contagios, pero ¿cuáles son las mascarillas más adecuadas para protegerse de esta nueva variante?Ante la llegada de ómicron la OMS recomendó a los profesionales de la salud que lleven cubrebocas N95 o FFP2 en espacios donde la ventilación es deficiente, y pidió a los fabricantes y a los países que aumenten la producción, la adquisición y la distribución tanto de mascarillas respiratorias como de mascarillas médicas, principalmente para su uso en entornos sanitarios y asistenciales.Valorando lo determinado por la OMS, la médico con doctorado en Epidemiología y Genética, Sandra López-León, explicó que ante la situación actual del virus es recomendable para toda la ciudadanía el no usar cubrebocas de tela y optar por los N95, KN95 o FFP2, que incluso, en algunos países de Europa se han convertido en obligatorios en lugares púbicos como transporte público, tiendas y hospitales.Sin embargo, ha señalado la doctora en sus redes sociales, si no se cuenta con una mascarilla como las mencionadas, se pueden utilizar cubrebocas quirúrgicos, pues “cualquiera es mejor que nada”, siempre y cuando se les dé el uso adecuado y se porten de manera correcta cubriendo nariz y boca, evitando que queden separaciones entre la mascarilla y el rostro.Según lo explicado por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades del gobierno de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), si bien este tipo de cubrebocas (N95, KN95 o FFP2) están diseñadas para un solo uso, con las medidas necesarias podrían rehusarse algunas veces más, según el trato que se les dé.En primer lugar, señala el organismo, la viabilidad del rehúso se encuentra en el ajuste de las correas, pues ponerse y quitarse repetidamente la mascarilla hace que estas ya no puedan generar suficiente fuerza para crear un sello hermético con la cara. “El mal sellado resultante permitirá que el aire sin filtrar entre en el N95 FFR y en la zona de respiración del usuario”.La utilización de estos cubrebocas podría llegar a no más de cinco usos con el tratamiento adecuado, pues también debe evaluarse el rendimiento de filtración, la contaminación, el ensuciamiento y el daño. Su la mascarilla está visiblemente sucia, con secreciones respiratorias o nasales, si está rota o roída de cualquier parte, esta debe desecharse de inmediato.Si el cubrebocas N95, KN95 o FFP2 no está visiblemente sucio o contaminado, las correas están en buen estado y no está roto, la vida del mismo se puede controlar a los cinco usos recomendados por el CDC, aunque con ciertas particularidades. En primer lugar, señaló el organismo, debe evitarse el rociarlos con cualquier sustancia o aerosol.La persona únicamente debe retirarlo por las correas y guardarlo en una bolsa de papel transpirable al final de su uso y por al menos cinco días antes de volver a usarlo “para que los patógenos presentes en él 'mueran' durante el almacenamiento”. Con esta estrategia se requieren mínimo cinco mascarillas para cubrir los siete días de la semana sin repetir su uso antes de que pueda volver a ser utilizado. teniendo así una cobertura de al menos un mes.Cada que la persona haga uso de este sistema debe lavarse las manos con agua y jabón antes y después de la colocación de las mascarillas, evitando siempre tocar la parte del filtro. Los cubrebocas quirúrgicos no están recomendados para el rehúso y deben desecharse inmediatamente después de haberlos utilizado.El CDC explica que cada mascarilla N95, KN95 y FFP2 está compuesto por materiales y características específicas, por lo que es importante verificar que el elegido haya sido evaluado y certificado por las autoridades sanitarias para determinar si el método de descontaminación es apropiado o no. “El hecho de que un método sea efectivo para un respirador no significa que será efectivo para un respirador diferente”, dijo el CDC.IM
