Bajo el riesgo de regresar a un hogar donde existe violencia, pobreza extrema y adicciones, se encuentran cuatro mil 281 niños, niñas y adolescentes que viven en los 38 Centros de Atención Social en la Entidad.Según la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ), estos centros viven una crisis derivada de la contingencia sanitaria, que ha vulnerado los derechos de los menores. Incluso, seis de los centros, tres ubicados en Guadalajara, dos en Zapopan y uno en Ixtlahuacán de los Membrillos, han tenido que a reintegrar a niños a sus antiguos hogares.Bajo esta situación, esos centros iniciaron una estrategia a distancia, pero la defensoría define la estrategia como fallida, debido a que para las familias es complicado contar con aparatos electrónicos e internet.Además de estos centros, la defensoría explica que el resto de centros que permanecen abiertos trabajan bajo el reto del confinamiento, pues suspendieron la participación de servidores sociales y voluntarios, y prohibieron todo tipo de actividades externas como las visitas familiares.La defensoría detalla que el ingreso económico es el aspecto más afectado de estos centros. Al menos, la mitad de las instituciones han disminuido sus donaciones y apoyos. Según la dependendencia, esto “afecta su funcionamiento y atención a la niñez institucionalizada, ya que necesitan recursos para pagos de renta, servicios y nómina, además de su operación para cumplir con los planes, programas y proyectos de los centros”.Ante esta situación, la CEDHJ hace un llamado a las instituciones gubernamentales, principalmente a la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes para que acompañe, asesore, capacite y otorgue estímulos económicos.También solicita a la Secretaría del Sistema de Asistencia Social (SSAS) modifique los lineamientos de las convocatorias de financiamientos para que los Centros de Asistencia puedan participar. Y pide a la Secretaría de Educación Jalisco (SEJ) se otorguen herramientas tecnológicas necesarias para la educación a distancia.NR