Existe una fuerte relación entre el tamaño de los llamados ‘ninis’ (jóvenes que no estudian ni trabajan) y la probabilidad de que la colonia de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) donde se encuentran presente tasas altas de delitos, principalmente robos.Esto de acuerdo con el libro “Análisis econométrico de la violencia y el delito en México”, de las cátedras del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) de la Universidad de Guadalajara (UdeG)De acuerdo con Áurea Grijalva, autora del capítulo “Diferencia en los factores de riesgo en jóvenes que cometen robo y homicidio. Un estudio en Jalisco”, el entorno en el que crecen así como las personas con las que se relacionan, son factores determinantes para entrar al mundo de la delincuencia.Sin embargo, pese a que no tener ninguna actividad se relaciona con los delitos, este no es un determinante para que los cometan. Grijalva opina que, para disminuir la incidencia, se tienen que dar más herramientas educativas.Además, la académica encontró que quienes cometen robo tienen una mayor sensación de injusticia e incumplimiento de la ley que los motiva a robar para equilibrarla. En cambio, quienes cometen homicidio tienen una falta de control de impulsos.Por su parte, Carlos Figueroa, quien escribió el apartado “¿Por qué votamos cuando votamos? Inseguridad y participación política”, resaltó que, en la ZMG, los jóvenes en edad estudiantil (18-29 años) son especialmente vulnerables a cualquier delito en la zona centro, donde además hay menor nivel educativo y se concentran los campus de la UdeG, en los que hay cuatro de cada 10 alumnos: 80 mil de 180 mil que tiene la institución en la ciudad.También subrayó que en esta zona hay 50% de los bares y centros nocturnos de la ciudad, de acuerdo con los datos registrados en el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).Agregó que, pese a que existe el programa Senderos Seguros, este no es suficiente para que la tasa de incidencia delictiva disminuya: “Proponemos que la cuestión estructural es lo que más influye en la delincuencia alrededor de los Centros Universitarios, no tanto ser estudiante”, dijo.Por otro lado, los académicos resaltaron que para comprobar que programas sociales como “Jóvenes construyendo el futuro” están funcionando se necesita evidencia y, sobre todo, tener las reglas de operación claras.NM