El crecimiento del número de motocicletas en Jalisco ha alcanzado cifras preocupantes. Según datos del Instituto de Información Estadística y Geográfica, entre 2022 y 2023 se sumaron más de 104 mil nuevas motocicletas al parque vehicular del Estado, lo que equivale a un promedio de 286 unidades nuevas circulando cada día.Rafael González Bravo, académico de la Universidad de Guadalajara, explica que uno de los factores principales detrás del aumento en la compra de motocicletas es su bajo costo en comparación con un automóvil. “Son más baratas que un auto, y la facilidad de adquirirlas a crédito, muchas veces con pagos semanales, las hace muy accesibles para la población”, comenta. Sin embargo, también advierte sobre el creciente número de motocicletas sin seguro ni placas que circulan, lo que representa un riesgo para la seguridad vial, ya que muchas de ellas no están formalmente registradas ante las autoridades.El incremento es notable cuando se compara con años anteriores. En 2018, el registro estatal documentaba 475 mil motocicletas; sin embargo, para 2023, esa cifra ya superaba las 838 mil unidades. César Martínez, habitante de San Agustín, Tlajomulco, decidió vender su automóvil para adquirir una motocicleta debido al alto costo de la gasolina. “Hace más de 10 años, la gasolina verde estaba en menos de 15 pesos el litro, ahora ya va en 24. Con la vida más cara, decidí cambiar a una moto, y no sólo me sobró dinero al vender mi carro, también ahorro en mis traslados al trabajo”, comenta.Este fenómeno no es exclusivo de motocicletas tradicionales. También se está viendo un incremento en la adquisición de motos eléctricas, según reportan algunos compradores. “Me compré una moto eléctrica en el Centro de Guadalajara. Me costó 25 mil pesos y no gasto en gasolina. Para recorridos cortos es una gran opción”, afirma uno de ellos.Las tiendas que venden motocicletas han facilitado aún más el acceso a estos vehículos, pidiendo requisitos mínimos como la credencial del INE, un número de teléfono y un correo electrónico para iniciar el proceso de compra. En un reportaje reciente, se destacó cómo estas tiendas ofrecen planes de financiamiento con pagos semanales accesibles, lo que ha disparado la venta de motocicletas, a menudo sin asegurarse de que los compradores registren sus vehículos con placas y en el padrón vehicular.Patricia Martínez, titular del Instituto Metropolitano de Planeación, destaca que la facilidad de compra es un factor determinante en el aumento del número de motocicletas. “En lugares como Zapotlanejo, por ejemplo, entregan motocicletas con pagos de 75 pesos diarios y sin prácticamente ningún requisito. Esto ha generado que el número de motos en circulación crezca de manera desmedida”, explica.Los municipios con mayor cantidad de motocicletas son Zapopan, Guadalajara, Tlajomulco de Zúñiga, Tlaquepaque, Tonalá y aunque en localidades más pequeñas, como Zapotlanejo, el número de estos vehículos por vivienda es significativamente mayor. Esto refleja no solo una tendencia urbana, sino también en áreas rurales y semiurbanas, donde las motos se han convertido en el principal medio de transporte. Circular por cualquier avenida de la ciudad se convierte en un calvario si de sortear a motociclistas entre carriles se trata. La mayoría de ellos conducen sin la mínima precaución, tratando de ganar el paso a los autos e incluso a los camiones de carga sin considerar que estos tienen puntos ciegos, y en ocasiones lo hacen sin cuidado o poniendo en riesgo a otros tripulantes.Además, Jalisco lidera a nivel nacional con la tasa más alta del país en cuanto a motocicletas. Con base en las cifras más recientes del Inegi, se estima que en el Estado hay ocho mil 633 motos por cada 100 mil habitantes, en comparación, por ejemplo, con la Ciudad de México, que cuenta con seis mil 611 motos por cada 100 mil habitantes, colocándose así en el segundo lugar a nivel nacional. Para Fernando García de Quevedo, profesor asociado del Departamento de Ingeniería Civil del Tecnológico de Monterrey, campus Guadalajara, esto es parte de la cultura vial que se tiene no sólo en el Estado, sino en todo México y en general en Latinoamérica, y deriva no sólo del crecimiento exponencial de este tipo de vehículos en las calles, sino de una ausencia de cultura vial y la falta de atención por parte de las autoridades.Destacó que, además, existen otros países que se convierten en ejemplo en la materia debido a que han incorporado en sus códigos de construcción y urbanización especificaciones para hacer más seguro el tránsito de estos vehículos, como Australia, Alemania, Austria, Reino Unido, Nueva York y Francia, donde existe una gran cultura vial que suma una responsabilidad compartida: las personas motociclistas conducen de manera ordenada sabiendo que obtienen beneficios para su seguridad por parte de las autoridades.Existen algunos países que cuentan con un carril confinado para la circulación de motocicletas, especialmente en zonas carreteras, como lo han hecho en Malasia, Indonesia y Tailandia, dado el alto volumen de motocicletas que circulan por sus arterias viales.Sin embargo, para García de Quevedo Najar, no es conveniente pensar que en la Zona Metropolitana pueda tener un carril confinado para la movilidad de las motocicletas, pues las avenidas en general son pequeñas para pensar en ello, considerando, además, que la mayoría ya tiene segmentaciones importantes, como por ejemplo las ciclovías que impulsan la movilidad no motorizada y aquellas que están destinadas al transporte público, como el Peribús, el Macrobús y los espacios destinados a la circulación del Tren Ligero.El especialista indicó que los carriles exclusivos pueden ser una opción solo para aquellas ciudades donde los volúmenes de motocicletas representen alrededor del 30% o más del parque total vehicular. En el caso de Jalisco, según los datos más recientes del Inegi, las alrededor de 750 mil motos registradas en el Estado representan apenas el 17% de los 4.4 millones de automotores en circulación en la Entidad.“La solución realmente no es el confinamiento, la solución es que se respete el reglamento de movilidad, que exige la portación de un casco, tener un seguro, exige que una sola persona vaya en la motocicleta, no una familia entera, que se respeten las señales de tránsito, que circulen en el centro del carril y no entre carriles o zigzagueando. El problema es que los mismos usuarios no respetamos este reglamento, es completamente un problema de cultura vial, es un problema de conciencia vial que tiene que ser atendido”, afirmó García de Quevedo Najar. José Juan Pablo Rojas Ramírez, especialista en movilidad urbana de la Red Penta Gobernanza para el Territorio Sostenible, coincidió en el hecho de que Italia es un ejemplo en materia de buenas prácticas por parte de motociclistas, y añadió que no se trata sólo de clases sociales, pues si bien hay quienes utilizan las motocicletas como vehículo familiar, llegando en ocasiones a transportar hasta cinco integrantes, incluyendo a menores de edad, esto deriva de la falta de acciones por parte de las autoridades, que por una parte no han podido contener las violaciones a las leyes en materia de movilidad, y por otra, no generan verdaderas campañas de concientización para lograr que estas se cumplan. Aunque se consultó a las diputaciones que integran la Comisión de Movilidad y Transporte del Congreso de Jalisco sobre la viabilidad de un carril confinado para las motocicletas en el Estado, sólo la diputada por Futuro, Susana de la Rosa, compartió su comentario al respecto. Ni la diputada Mónica Magaña, presidenta de la comisión y diputada por Movimiento Ciudadano, ni Julio Hurtado, del PAN, atendieron la petición.Susana de la Rosa compartió que, antes de pensar en tener carriles confinados para vehículos de este tipo, debe elevarse la discusión sobre cómo poder beneficiar a las personas usuarias más vulnerables, como los peatones. “Discutamos sobre la ampliación de banquetas; pensemos en más kilómetros y mejor infraestructura de ciclovías para las personas ciclistas; el transporte público”, indicó la diputada, no sin antes puntualizar que precisamente el transporte público ha quedado a deber a los usuarios, y que la administración entrante tendrá pendiente atender la posibilidad de un aumento a la tarifa. CT